«Es un mal que nos agobia a todos como pueblo cada día más», aseguró solemnemente el Dr. Ion Paulik del Instituto Checo de Investigaciones Baladís. «Estamos tan y tan acostumbrados a enterarnos los últimos detalles de la vida íntima de Maripily, que nuestros cuerpos no saben cómo bregar con su ausencia». La «Maripilitis aguda», descrita en el Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders como «la necesidad imperiosa y enfermiza de estar al tanto de todos los pormenores de la vida privada de la modelo y empresaria Maripily», es un mal del cual, según los estudios del Dr. Paulik, padecen no solo el equipo editorial de Primera Hora, sino también un alarmante número de puertorriqueños.
Para probar esa hipótesis, el galeno describió un experimento en el cual primero mantuvo a todo los sujetos leyendo Primera Hora todos los días por un periodo de dos semanas. Al cabo de dicho plazo, al grupo control se le siguió suministrando noticias sobre los últimos acontecimentos en la vida de la modelo y empresaria, mientras que al otro grupo solo se le dejaba leer noticias importantes a nivel local e internacional. «El grupo experimental enloqueció en menos de una semana», concluyó sombríamente el Dr. Paulik. «Se la pasaban buscando a Maripily en noticias de la situación del Medio Oriente, e incluso en los acontecimientos del rescate de los mineros chilenos. ¡Uno de los sujetos incluso llegó a convencerse que Maripily era la chilla de aquel minero pegacuernos!».
Gonzalo Ramírez, miembro del equipo editorial de Primera Hora, admitió que padece del terrible mal: «Yo me despertaba todos los días a ver si algunas de nuestras fuentes nos había traído noticias de Maripily, para ponerlas directito en la primera plana. No importa si era algún chisme vicioso e imposible de comprobar, o la opinión de algún familiar de ella sobre su divorcio… ¡después que tuviera que ver con nuestra diva favorita, a mí me bastaba!». Ramírez confesó, sin embargo, que los días que a su escritorio llegaban solamente noticias relevantes o informaciones sobre situaciones de importancia para el país, él se sumía en una gran depresión y le entraba un ataque de pánico: «¿Qué se supone que hagamos los días en que no tengamos algún detalle irrelevante de la vida personal de Maripily que poner en primera plana? ¿Publicar noticias serias? ¡Habrase visto!».
El Dr. Paulik concluyó diciendo que su equipo de trabajo sigue buscando una cura para la «Maripilitis aguda», y por el momento aconsejó «no sucumbir ante la tentación de remplazar la adicción a noticias de Maripily por noticias de otras corbejas vaqueta de pene, tales como Noelia, Paris Hilton, o francamente cualquier ex modelo de ‘No te duermas'».