«La verdad que no entiendo qué pudo haber pasado», exclamó Juancito Panzardi, leal estadista comefuego oriundo del totalmente bilingüe barrio Palmarejo de Corozal. «Se suponía que a $35,000 el plato ya anoche hubiese comenzado nuestra transformación milagrosa hacia la estadidad, y aquí todavía estamos comiendo viandas en vez de hamburgers«, manifestó Panzardi confundido mientras verificaba si su tarjeta del PAN había aumentado de tamaño de la noche a la mañana. «Yo que pensaba que para esta hora ya mi esposa sería tremenda rubiota de ojos azules, y lo que tengo todavía es la misma chaparrita bizca de siempre. ¡Que acabe de llegar la estadidad ya!», exclamó desesperado Panzardi, quien irónicamente seguía sin parecerse a Brad Pitt.
«Espika Inglich? Juat yu say?«, preguntó por su parte Eleuterio Jiménez, vecino de Guayama, justo antes de darse cuenta de que al igual que el 85% de los estadistas de la Isla, todavía no sabe hablar inglés. «Maldición, todavía no soy gringo. Y eso que yo siempre practico con los letreritos que me puso Glorimari en el daun taun«, sostuvo Jiménez en referencia a los letreros en inglés que colocó en su pueblo la patriótica alcaldesa de Guayama, Glorimari Jaime. «Pero de seguro para esta tarde hasta las reses estarán mugiendo en inglés aquí», aseguró el ciudadano, quien sin embargo no se atrevió a especular si especies menos domesticadas, como Jorge Santini o Héctor O’Neill, también serían capaces finalmente de aprender ese idioma.
Por su parte, el organizador de la visita del Presidente, Andrés López, reafirmó el compromiso de Obama con la Isla y aseguró que apoyará la opción de estatus que finalmente escojan los puertorriqueños. «Obama siente un especial compromiso con Puerto Rico, en donde ha visto que se puede lograr tanto en tan poco tiempo«, afirmó López mientras guardaba la última de las veintidós cajas de zapatos llenas del dinero recaudado en tan solo cuatro horas de estadía. «No importa lo que escojan entre la estadidad asociada, el ELA jíbaro, la independencia mejorada o como se llamen las opciones de estatus disponibles: mientras el Congreso siga ignorando sus peticiones, Obama continuará la honrosa tradición presidencial de saludar en español mastica’o a un montón de lambeojos y dedicar cinco minutos a hablarles de sus canas y sobre cómo hace cincuenta años Puerto Rico estaba exactamente igual de jodí’o que ahora«, concluyó López con la satisfacción del deber cumplido.