San Juan, Puerto Rico – Luego de que su reclamo de haber logrado «la estabilización económica del país» causara que todos los presentes se preguntaran a qué país se refería, el Gobernador de Puerto Rico, Luis Fortuño, negó rumores de que se había copiado su mensaje de estado de alguna otra nación vecina. El Gobernador fue enfático al asegurar que, lejos de necesitar copiarse mensajes de estado de otros países, el que leyó fue del estado de Florida.

Ante la opinión generalizada de que sólo una rata pudo haber escrito el mensaje ofrecido por el Gobernador, un preocupado Mickey Mouse se oculta para evitar que lo acusen de ser asesor de Fortuño

«Esas acusaciones son una mezquindad y carecen de fundamento alguno. Todo el que me conoce sabe que yo nunca me copiaría un mensaje de estado de otro país. ¡Para eso tenemos los mensajes de los 50 estados de Estados Unidos!», aseguró Fortuño sonriendo. «Además, aunque hubiésemos querido copiarnos el mensaje de China, la verdad no entendimos un carajo de lo que habían garabateado en ese documento», explicó el Gobernador, mientras su Secretario de Estado, Marcos Rodríguez Ema, se encogía de hombros expresando conformismo.


Fortuño leyendo con alegría el mensaje de estado del estado de Florida

El primer ejecutivo elogió el trabajo de su equipo asesor y aseguró que fue relativamente fácil adaptar el mensaje de Florida a Puerto Rico: «Definitivamente somos mucho más parecidos que lo creíamos. Tan pronto leímos ese mensaje supimos que con ajustes menores podríamos aplicarlo a la Isla», recordó Fortuño orgulloso. «De hecho, lo único que tuvimos que hacer fue eliminar las referencias a Disney, Epcot y Universal, cambiar la palabra superávit por la frase déficit encojona’o y pintar de rojo unos numeritos que ellos pusieron en negro, ¡y listo! ¡Terminamos como en quince minutos!», recordó el Gobernador sobre el proceso de redacción de su mensaje. «Claro, también tuvimos que eliminar las partes en que ellos hablan de la gran mejoría de su sistema de educación. Pero lo demás lo dejamos igualito», aseguró Fortuño, sin explicar qué otro aspecto a parte del tamaño y tipo de letra permaneció igual.


Muchos tildaron de «inapropiado» y «medio huelebicho» que Fortuño haya usado esta camiseta al dar su mensaje de estado

El Gobernador defendió la legalidad de ofrecer un mensaje sobre la situación de Florida en lugar de uno sobre Puerto Rico, y aseguró haber cumplido cabalmente con su mandato constitucional: «La Constitución [de Puerto Rico] ordena al Gobernador ofrecer a la Legislatura un mensaje de la situación actual del gobierno, ¡pero no dice de cuál gobierno!», explicó el Primer Mandatario con incuestionable lógica. «¿Qué, hubieran preferido que les describiera otra vez cómo Puerto Rico se va a seguir cayendo en cantos durante este cuatrienio, o cómo no tenemos ni puta idea de cómo atacar la criminalidad?», preguntó retóricamente, mientras los presentes le entregaban copias de los mensajes de estado de Texas, Vermont y Massachusetts para que comenzara desde ahora a preparar su mensaje del año entrante.

Sobre la alegada ausencia de medidas específicas sobre criminalidad, educación, seguridad, desempleo, desarrollo de pequeñas empresas, el estancamiento en la construcción y la escasez de vivienda de bajo costo, un airado Fortuño instó a los periodistas a revisar su escala de prioridades: «Parece mentira que ustedes crean que es más importante hablar de par de tecatos y un chorro de colga’os que de la tragedia de Haití, la gripe porcina y la explosión de CAPECO. En serio, debería darles vergüenza», expresó el Gobernador con aire de superioridad. «Además, ¿cómo que no discutí esos temas? ¡Bien claro dije en varias partes de mi mensaje que todos esos problemas son culpa de [el ex gobernador Aníbal] Acevedo Vilá! ¿Qué, se supone que me toca a mí arreglar los desmadres que me dejaron?», preguntó el Gobernador mientras se pasaba la mano por el pelo nerviosamente.


Gracias a este feostio cagalitroso, la administración de Fortuño nunca tendrá la culpa de nada

Fortuño criticó además las reacciones negativas que provocó su discurso, y tildó de oportunistas a sus opositores: «A la verdad que no hay quién los entienda: si presento un mensaje realista que describe cómo los ricos hacen rivieras francesas en Loíza y guisan con Alianzas Público-Privadas mientras el resto de Puerto Rico se va por el sifón, me acusan de ser un colmillú’. Pero si presento un mensaje positivo que describe cómo la gente de otros sitios están jartitos y contentos, se quejan de que soy un mediocre que no propone ná’. ¡Bendito sea Dios, acaben de decidirse ya!», se quejó el Gobernador visiblemente molesto.

El Primer Ejecutivo terminó la conferencia de prensa reafirmando su compromiso de justicia contributiva para la clase trabajadora del país: «Como les dije en mi mensaje, ya está bueno de que se castigue al que trabaja y se premie al que no trabaja. Y ahora con su permiso, me tengo que ir a firmar la orden para establecer una tarifa fija de consumo eléctrico para residentes de caseríos», añadió mientras se alejaba apresuradamente.