El plan impuestario es bastante sencillo: todo aquél que se acoja a él simplemente no tendrá que rendir planilla el 15 de abril de este año, dado que otras personas sí pagarán lo que deben. «No sé cómo no se nos había ocurrido esto antes: ¡asignarle la responsabilidad propia a otra persona es la base de la mentalidad boricua!», exclamó Puig Morales. «La gente pretende que a sus hijos se los mantenga otro, que las calles las limpie otro, y que los desmadres en el Gobierno los arregle otro: ¡esto es simplemente la conclusión lógica de dicho estilo de vida!».
El funcionario explicó que todo aquél que interese acogerse al plan tendrá que radicar un formulario antes del 15 de febrero acompañado de cinco comprobantes de pago de Colecturía, un Certificado de Buena Conducta de la Policía, y la firma del Subsecretario Auxiliar de la Oficina de Asuntos del Consumidor. Al preguntarle a Puig Morales si no teme que este plan damnifique el ya desvencijado erario, éste respondió: «¡Para nada! Total, la mayoría de la gente no rinde planilla de todos modos. ¡Con este plan al menos los obligaremos a tener que pagar por cinco comprobantes de pago en la Colecturía!». Además, el Secretario aseguró que es imposible que mucha gente pueda llegar a acogerse al plan de todos modos: con los pocos empleados que quedan ahora en las oficinas gubernamentales (trabajando de 9:30 AM a 4:30 PM con cuatro coffee breaks y dos horas de almuerzo), son pocos los que se podrán atender antes de la fecha límite. «Y en caso de que por alguna casualidad todos los contribuyentes sí logren acogerse al plan», concluyó Puig Morales, «¡pues que paguen los Estados Unidos!».