«Ya era hora de que alguien atendiera los reclamos de los tubérculos de este país», exclamó satisfecho El Cangrimán, escritor de la prestigiosa publicación (cuyo nuevo eslogan promocional es «¡La única publicación puertorriqueña protegida oficialmente por la Legislatura!»). De acuerdo al intrépido reportero, es «ultramegaimportante» implementar esta medida porque sin ella el ñame local queda susceptible al contagio de enfermedades infecciosas traídas por ñames de otros países. De hecho, su compañero editor, Oscar Marrano, está en una terapia semanal para su padecimiento crónico de antracnosis y curvularia; se le ha incluso escuchado decir a Marrano que maldice la hora en que se metió con «esa cafronda ñame extranjera» que lo contagió tras una romántica serenata de viandas.
Tanto El Rata como El Cangrimán rechazaron que esta medida legislativa en favor de los ñames locales cree algún conflicto de intereses en el equipo editorial de El Ñame, y aseguraron que continuarán fiscalizando con la imparcialidad que les caracteriza. «El hecho de que [el representante] Bonilla haya legislado algo que nos favorece no quiere decir que vayamos a claudicar en nuestra misión de ser imparciales y de repartirle a cada cual el agüita que le toque», aseguró El Rata, mientras El Cangrimán repartía entre los presentes camisetas, pegatinas y material promocional para la campaña «Bonilla 2012». «Les podemos asegurar que esta publicación NO respalda la reelección de Bonilla como representante a la Cámara: ¡lo apoyamos para el nuevo cargo de gobernador vitalicio!», exclamó con una sonrisa la rata maicera, quien al igual que el resto de los escritores de El Ñame lucía una camiseta que leía «Bonilla 2012, ¡Enterrando a la oposición!».