«Esto es parte esencial de mi preparación para el huracán que sin duda nos azotará este año», indicó Juan Torres, mientras se aseguraba que la lona de su planeador último modelo estuviera bien puesta, y que todos los cordones estuvieran bien amarrados. «Este planeador EagleWing 3000PX tiene cabida para mi esposa y yo, los dos nenes, y hasta el perro de casa. En cuanto empecemos a sentir ráfagas huracanadas, rápido nos trepamos al techo, nos amarramos bien duro, y nos apuntamos en dirección a Orlando, a ver si el ciclón nos hace el favor y nos lleva allá sin tener que darle tres meses de salario a alguna aerolínea».
Samuel Perfecto, dueño de la tienda deportiva Sports ‘R Us, intimó que la venta de planeadores este año ha rebasado todas sus expectativas. «Aquí solo compran estos aparatos dos o tres locos que quieren tirarse de algún peñasco y sentirse que están volando por algunos minutos, pero últimamente hemos recibido muchas familias indagando sobre nuestros modelos más grandes, preguntando que si cuánto peso aguantan, que si tienen un lugar donde colgar las maletas, y que si sería posible añadirles un cordoncito más para ver si pueden también llevarse a la abuela. Con todo lo que he vendido en lo que va de mes, he ganado lo suficiente como para irme pa’ Orlando yo también, pero como Dios manda: ¡en avión y con ventemil cajas y tereques!».
Al escuchar sobre el planeado éxodo masivo de tantos habitantes por medio de planeador, el gobernador Ricky Rosselló exclamó: «¡Sí! ¡Que se vayan, que mientras menos perros, menos pulgas! Es más, ¿le sobra a alguien espacio en su planeador, para que me lleve a mí también?».