Washington, D.C. – Millones de personas despertaron desilusionadas este cuatro de julio al encontrar que el día no amaneció con un platillo volador de veinticinco kilómetros de diámetro flotando sobre la Casa Blanca, preparado para volar to’ pa’l carajo y sacarnos de nuestra miseria.

No hay Will Smith que nos salve, gente..

«Pues sí, shit just got real«, se lamentó con mirada vacía Alberto Cortez, quien durmió frente a la Casa Blanca con carteles dándole la bienvenida a extraterrestres que se suponía volaran todo en cantos este cuatro de julio, como prometían las profecías. «¡Gracias por nada, extraterrestres! ¿Qué se supone que haga ahora? ¿Votar?», exclamó.

Este periódico les desea un feliz cuatro de julio, a pesar del cabrón que vive en Casa Blanca.