«Bueno, señores, hemos hecho todo lo que podemos. Si el Chapulín Colorado no nos ha escuchado, pues esto se jodió», lloró un desconsolado Secretario de la ONU, Ban Ki-Moon. «¡Si tan solo una superpotencia responsable por este desastre en Iraq diera el paso alante! ¡Si tan solo un país asiático con guille de superpotencia pero que no quiere ninguna de las responsabilidades se atreviera a dar el paso alante! ¡Pero supongo que no hay babilla! ¡Oh! Y ahora: ¿quién podrá defendernos?», exclamó desmoralizado, con su último vestigio de esperanza que se apareciera el Chapulín Colorado.
Se informó que el Secretario evalúa la posibilidad de instruir a algún representante de la ONU en Iraq a derramar un envase lleno de aceite de carro en la tierra y que empiece a gritar «¡Petróleo! ¡Petróleo», para ver si alguien por ahí hace finalmente caso.