Según la Federación de Alcaldes de Puerto Rico, la Isla, con sus 78 municipios, tiene demasiados gastos de estructura innecesarios que impactan a su vez el erario y contribuyen a la degradación del crédito del gobierno por parte de las casas acreditadoras (aparte de hacer los mapas políticos de Puerto Rico demasiado complicados de dibujar). La asociación indicó que «de nada sirve tener un número tan exorbitante de pueblos en una isla tan pequeña como la nuestra, sobre todo cuando el estudiante promedio solo puede nombrar cinco de estos, mucho menos saber dónde quedan –¡y esa cifra baja a uno si se trata de estudiantes del área metropolitana o de Ponce!».
«¿En serio necesitamos setentiocho pueblos en esta islita?», preguntó Aníbal Vega Borges, vicepresidente de la Federación de Alcaldes de Puerto Rico. «¿Alguien se daría cuenta si se desplomara un monte y Cayey desapareciera en un mejunje de pastizales, flamboyanes y escombros de lechoneras? ¿O si el mar se picara un buen día y a Cataño se lo tragaran las aguas? ¿O si algún día todos los comemierdas explotaran espontáneamente y Guaynabo quedara deshabitado? ¡Para nada! Por eso mismo no necesitamos setentiocho alcaldes con setentiocho equipos de trabajo propios y setentiocho réplicas de las mismas agencias municipales que le dan los mismos servicios pobres a los tres gatos que viven dentro de sus fronteras aleatorias: ¡menos perros, menos pulgas! Es más, con lo malos que son los servicios gubernamentales, saldríamos mejor con ningún municipio y cero alcaldes: every man for himself!«, postuló el también alcalde de Toa Baja, en lo que esperamos no haya sido su más reciente estribillo de campaña.
Al indicarle a Vega Borges lo inusual que es que una organización como la que él casi encabeza abogue por su propia exterminación, este replicó: «¿En serio se les hace difícil creer que yo acceda a renunciar al glamour de ser alcalde de un municipio de la envergadura de Toa Baja? Oh, no», se lamentó sarcásticamente, «¿qué haré ahora con todos estos tuxedos que me compré para todas esas fastuosas galas municipales?».