San Juan, Puerto Rico – El alcalde de San Juan Jorge Santini declaró estar considerando montar en su municipio la enorme estatua de Cristóbal Colón que lleva dando tumbos por la Isla desde el 1998 sin ser erigida. Al enterarse de esto, el monumento rogó que mejor lo pusieran en la isla de Desecheo, «o en cualquier lugar que no esté tan asqueroso como el área metro, porfa».
La estatua, de 300 pies de altura, fue adquirida con fondos públicos en el 1998 por el otrora alcalde de Cataño y afamado cervecero aficionado Edwin Rivera Sierra, mejor conocido como «El Amolao». Los planes originales eran de erigir el monumento en dicho pueblo «para que la gente aprendiese de una buena vez y por todas que Cataño es un municipio aparte y no el vertedero de San Juan como creen muchos», pero la realidad le dio un amansaguapo a El Amolao, quien no contaba con los fondos para llevar a cabo la construcción. Esto causó que la estatua quedara encerrada en un almacén y olvidada por varios años como si fuera un prisionero en Guantánamo o la carrera artística de Lou Briel.
Luego de varios años en el olvido, el monumento fue adquirido primero por el alcalde de Mayagüez y luego por el de Arecibo, y recientemente el representante David «¡Esa Bandera No Es Ninguna Pecosa!» Bonilla Cortés sugirió que se instalara incluso en la isla de Desecheo, conocida mundialmente por su carencia de adefesios de 300 pies de altura. Cuando hace unos días Jorge Santini comentó que consideraría adquirir el monumento e instalarlo en su municipio, la estatua rompió su silencio para declarar: «¡Pa’ que me monten en un pueblo tan asqueroso y lleno de cacos como es San Juan, mejor que me pongan en un islote deshabitado y lleno de mierda de mono como lo es Desecheo!».
«Yo sé que este gobierno no le hace caso a sus ciudadanos, y mucho menos le hará caso a un objeto inanimado que ni siquiera tiene derecho al voto», admitió la enorme estatua del Almirante. «Sin embargo, no puedo quedarme callada ante este posible desenlace: ¡no puede ser que después de pasar tantos años tranquilita en un almacén, vengan ahora a ponerme a la intemperie en un lugar tan sucio como San Juan! No solo tendré que someterme diariamente a la peste a basura y a sueños rotos que permea el aire capitalino, sino también al reguero de atorrantes que se la pasarán afeándome con graffiti compuesto de frases adorables tales como ‘Tito Pato’ o ‘Beba Puta’. ¡Y ni hablar de que seguramente seré el urinal oficial de todos los deambulantes del área metro! En serio, mejor pónganme en Desecheo: por más ridícula e inaudita que suene esa propuesta, ¡al menos ahí estaré más a gusto entre cabras, monos y lagartos que entre sanjuaneros!».
Por su parte, el alcalde de San Juan constató que aún no ha tomado una decisión sobre si quiere traer la controversial estatua a la ciudad capital o no, aunque aseguró que, de hacerlo, la erigiría justo al lado del vertedero municipal, «pa’ que se queje con ganas».