Emilio Díaz Colón fue nombrado al puesto de Superintendente la semana pasada, luego que José Figueroa Sancha renunciara a su cargo por «asuntos personales». Díaz Colón, consciente que al igual que sus predecesores seguramente él también fallará en hacer mella en la ola criminal que azota la Isla, se ha dedicado a crear una lisa de razones totonas para eventualmente dimitir a su cargo. «Tengo que estar listo para el momento en que el gobernador de turno inevitablemente me pida la renuncia», explicó. «¡Con lo calientes que están las cosas aquí, ese día podría estar a la vuelta de la esquina!».
«Aquí la gente no tolera nada que pueda percibirse como fracaso», opinó Díaz Colón mientras le añadía unos toques finales a su lista. «Todo el mundo está de acuerdo en que el problema de la droga está rampante; en que la pobreza y la desesperación está llevando a muchos a dedicarse a robar; y en que no importa cuántos policías ronden las calles, no podrán estar en todos lados y la gente seguirá cometiendo crímenes a diestra y siniestra. Sin embargo, si el número de asesinatos en la Isla sube, es única y exclusivamente culpa de la Policía de Puerto Rico, y en especial, de este curita», concluyó, señalándose con sus dedos pulgares. «¡El que eventualmente me pongan de patitas en la calle es tan inevitable como que Primera Hora ponga a Maripily en primera plana por su más reciente corbejería!».
«Cuando el gobernador Fortuño despidió a Figueroa Sancha, mi predecesor citó ‘razones personales’ al momento de ‘renunciar'», continuó el nuevo Superintendente. «¡Seguramente una de ellas era que personalmente no le gustaba seguir trabajando en un sitio del cual lo había botado como bolsa! De todos modos, el punto es que tendré que ser más creativo cuando ineludiblemente se me acabe el pan de piquito a mí también: ¡hoy día el Pueblo espera más de las patrañas gubernamentales! Eso de citar razones personales o de salud ya no la hace: ¡tenemos que dedicarle a nuestras excusas fatulas el ahínco que no le dedicamos a nuestras labores!».
Por ese motivo, Díaz Colón ya tiene una sólida lista de razones que dará para su ‘renuncia’ cuando llegue el momento. «Las primeras que se me ocurrieron fueron ‘Porque me duele la cabeza’ y ‘Porque caí malo'», expuso con una sonrisa pícara, » ¡porque si le funcionan a mi esposa varias veces al mes, me deben funcionar a mí aunque sea una vez!». Sin embargo, aseguró que su explicación favorita es «Porque el Gobernador me botó como bolsa para fingir que está haciendo tres carajos por el país», la cual usaría sin remordimientos «si el Gobernador me cae como bomba y no estoy en las de jugar su jueguito pendejo de mentiritas piadosas».