«¡Al fin la pegué, coño!», exultó Harold Camping, quien a sus ochenta años está morando con el Señor por haber llevado una vida pía (aunque quizás un tanto alarmista). «Sé que había dicho que en el 1994 era que se iba a acabar el mundo, y no fue así — ¡mala mía si fuiste de esos cristianos que vivió en la prángana por los últimos diecisiete años porque me creíste en aquel entonces y regalaste todas tus pertenencias! Pero nada, lo importante es que los buenos estamos acá arriba a la diestra de Dios Padre, mientras que los pecadores y vendedores de carros usados están aún en la Tierra para ser castigados con plagas, guerras, y re-runs de ‘Family Matters‘. Mira y que el mundo se acabaría en el 2012…», musitó con una sonrisa. «¡Sufran, mayas!».
La predicción del octogenario dictaba no solamente que hoy se ejecutaría el Juicio Final, sino que en octubre sería el fin del mundo como tal. «¡Solo nos quedan unos meses de joda, mi gente!», gritó Zuleyka Martínez, una joven que lleva bebiendo desde ayer «por si acaso hoy era que se acababa esta pendejá'». Sin embargo, al entender mejor la profecía campingesca, se dio cuenta que en realidad «esto lo que significa es que por cinco gloriosos meses el planeta nos pertenece a nosotros, los que queremos divertirnos y sabemos cómo hacerlo, sin tener a toda esa zafra de beatos goodie-two-shoes criticando todo lo que hagamos. ¡Serán los cinco meses del bacanal más épico de la historia!», aseguró, mientras un desconocido hacía un body shot desde su ombligo.
Menos contentos están muchos líderes religiosos al encontrarse «rodeados de toda la tusa que por tantos años criticamos». Por ejemplo, la apóstol Wanda Rolón creía que a estas alturas estaría ya «en el Reino de los Cielos, acompañada de mi Señor Jesucristo, mirando hacia abajo y burlándome de todos esos sodomitas que tanto me criticaron y riéndome de su sufrimiento» (quizás explicando por qué no fue una de las elegidas). Junto a muchos líderes religiosos se encuentran también prácticamente todos los políticos puertorriqueños, garantizando así que estos podrán seguir llevando el país a la deriva durante el casi medio año que aún les queda en el poder.
Por otra parte, la redacción de El Ñame aseguró estar tranquila, explicando que «no nos cabe la menor duda que los tres gatos que nos leen seguirán aquí con nosotros hasta que se nos acabe el guiso a todos en octubre».