«Siguiendo confidencias anónimas, agentes de la división de robos identificaron a un sujeto sospechoso de estafa, fraude y apropiación ilegal. Específicamente, el individuo está acusado de hacerse pasar por jugador de baloncesto para robarse los chavos del equipo Heat de Miami», explicó el teniente Martín Castillo mientras guardaba discretamente en su bolsillo una misteriosa manopla ensangrentada. «Durante la intervención, el sospechoso realmente no opuso resistencia al arresto, pero desafortunadamente para él, nuestros agentes son fanáticos de los Heat y llevaban tiempo siguiéndole la pista de cerca», dijo un sonriente Castillo mientras se arreglaba su corbata y se desenrollaba las mangas de su camisa.
Según Castillo, el daño causado por la actividad ilegal de Arroyo es considerable, lo que justifica haber tomado acciones contundentes contra el canastero: «Nuestros agentes vienen investigándolo desde hace meses, y hemos acumulado evidencia suficiente de fraude como para encerrarlo en la cárcel y botar la llave, o en el mejor de los casos, devolverlo a alguna liga de pacotilla de donde nunca debió escaparse», aseguró el Teniente, en obvia referencia a los promedios de 4.8 puntos, 2.5 asistencias medio robo de balón por juego que ha «producido» Arroyo con el quinteto. «Además, estamos investigándolo por daños a propiedad privada, porque con tanto ladrillo que ha tirado contra los tableros del Miami Arena, ya los canastos están a punto de caerse al piso», añadió Castillo sobre el delincuente fajardeño.
El teniente explicó que la investigación demoró más de la cuenta porque la información acumulada era contradictoria: «Tenemos un voluminoso expediente con los robos de este ladrón, quien ha cometido fraude en varias jurisdicciones. Pero cuando intentamos corroborarla con las autoridades de Denver, Toronto, Utah, Detroit y Orlando, éstas en principio no fueron capaces de reconocerlo», dijo Castillo. «De hecho, sólo en Utah alguien pareció recordarlo, aunque en realidad pensó que se trataba de la mascota de los Jazz. No fue hasta que examinamos evidencia fílmica que pudimos corroborar que el sospechoso en efecto formó parte de equipos en estas ciudades», aseguró el oficial sobre Arroyo, quien durante su estadía con los Magic rompió el récord de asistencias durante partidos de postemporada para un puertorriqueño al asistir a cinco juegos sin jugar ni un minuto.
Las autoridades aseguraron que Arroyo por el momento ha sido puesto en libertad condicionada «a que nunca más toque un balón durante los juegos de los Heat». De incumplir con los términos de su probatoria, el doloso canastero se expone a ser condenado a que los fanáticos de los Heat le tatúen en la frente la frase «Barea es tu papá». Fuentes cercanas a Arroyo confirmaron que la estrella prometió que no volvería a tocar otra bola, «ni siquiera las suyas para rascárselas».