«Para que no sigan jodiendo y tildándonos de pitiyanquis eñangota’os que honramos a presidentes que distan de ser perfectos», explicó algo impaciente Thomas Rivera Schatz, presidente del Senado, «vamos a poner también estatuas de presidentes que no le pueden caer mal a nadie, como por ejemplo David Palmer, del programa ’24’. ¡Figúrense, el primer presidente negro de los Estados Unidos! Igualmente pondremos una estatua de Thomas J. Whitmore, el presidente de ‘Independence Day’, quien fue un santo varón de pelo en pecho que hasta se montó en un avión a lo último y luchó contra los alienígenas. ¡De estos presidentes sí que no pueden venir ahora a jodernos sacándonos en cara sus faltas, diciendo que si tal presidente no era más que un ex futbolista torpe que perdonó al mentiroso de Nixon, o que si tal otro tiró bombas nucleares y mató a cientos de miles de personas!». Respondiendo al plan de los legisladores, un ciudadano anónimo explicó que «el único ‘presidente’ que nos gustaría ver como una estatua de bronce es a Thomas Rivera Schatz… ¡o sea, el mismo Rivera Schatz cubierto de bronce y enclaustrado en su propia estatua!».
San Juan, Puerto Rico – Ante críticas del gasto casi millonario del erario para erigir estatuas de siete controversiales ex presidentes estadounidenses, la legislatura ha aprobado que se comisione la construcción de otras estatuas de presidentes ficticios más populares, tales como los de la serie televisiva «24» y la película «Independence Day«.
Thomas Rivera Schatz, mirando una estatua de John F. Kennedy (o quizás la de un abogado sureño de una novela de John Grisham)