Las expresiones de Daddy Yankee se dan luego que José Antonio Molina, el director de la Orquesta Sinfónica Nacional de la República Dominicana, opinara sobre la música urbana que «esas letras que incentivan a la violencia es un veneno para la sociedad«. Detectando el comienzo de una tira’era musicológica y siendo famosamente incapaz de quedarse calla’o, Daddy Yankee replicó que «si la música urbana es un veneno para la sociedad, la música clásica entonces es peor, partiendo de que la música preferida de Adolfo Hitler era la clásica» –ignorando que, usando esta misma lógica de asociación hitleriana, ser vegetariano, ser alemán y ser un mama’s boy serían igualmente venenos para la sociedad.
Al escuchar la docta determinación de Daddy Yankee, Serafín Narváez, subdirector de la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico, determinó que «de ahora en adelante dejaremos de fomentar ese género musical preferido por el vil Adolfo Hitler, con quien no queremos asociación alguna. Le agradecemos al Señor Yankee por habernos puesto al tanto de la relación estrecha entre la música clásica y ser un líder megalomaniaco y un asesino en masa. Rápidamente botaremos al zafacón nuestras partituras del Danubio Azul de Strauss y del Bolero de Ravel, para sustituirlas por las del Boomboneo de Farruko y las Travesuras de Nicky Jam. ¡Dembow con mucho flow es lo que viene pu’ ahí pa’bajo, mi gente!», aseguró el maestro Narváez.