Nueva York, Estados Unidos – En respuesta a lo que describió como una «descarada afrenta a los valores que tradicionalmente han regido nuestro deporte», el Comisionado del Béisbol de Grandes Ligas, Allan «Bud» Selig, anunció anoche la suspensión indefinida del estelar inicialista de los Cardenales de San Luis, Albert Pujols, luego de que una serie de pruebas realizadas al toletero revelaran que es el único pelotero en las Mayores que no utiliza esteroides anabólicos para mejorar su desempeño en el terreno.
Allan «Bud» Selig, contesta con su habitual elocuencia las preguntas de la prensa sobre el rampante problema de esteroides entre los jugadores de Grandes Ligas: «¿Eh?»
«La actitud asumida por el señor Pujols es un acto de traición a los fanáticos del béisbol, y viola nuestros más sagrados principios de competencia leal y equitativa», aseguró Selig enfáticamente. «Luego de analizar la situación, no podemos continuar tolerando que, a pesar de nuestros mejores esfuerzos, Pujols continúe violando flagrantemente nuestra política sobre esteroides. ¡Es inaudito!», exclamó Selig, haciendo referencia a la tradicional política sobre esteroides de su oficina, consistente en hacerse los locos e ignorar el problema hasta que algún delator decida embarrar a la Liga revelando violaciones de ley que debieron conocer. «Simplemente no podemos permitir que ningún pelotero subversivo altere la reputación que tanto trabajo nos ha costado construir, especialmente durante finales de los 90s, en los que todas nuestras estrellas se la pasaban negando que se metían hasta el de’o. Es imperativo que se una al restante 99.99975% de nuestros jugadores y alegue que usó esteroides por recomendación de médicos cuyos nombres no recuerda, para mejorar alguna condición de salud ficticia».
Tres empleados de la Oficina del Comisionado del Béisbol demuestran las eficientes políticas sobre esteroides que rigen actualmente en la liga
De acuerdo a Selig, Pujols tuvo la oportunidad de defenderse de las alegaciones tan pronto llegaron los resultados de laboratorio, pero su explicación resultó inaceptable: «Albert vino a defenderse, y aunque admitió que ha estado utilizando un tipo de droga llamada ‘Mangú’, ésta no está incluida en nuestro listado de drogas y esteroides preferidos. Además, nuestros científicos no pudieron descifrar su composición química, aunque curiosamente han aprendido a bailar merengue muy bien», explicó el Comisionado. «Aún así, tuvimos que requerirle que usara androstenedione o metiltestosterona. Tú sabes, algo cuyos resultados hayan sido comprobados en el terreno de juego por décadas y que podamos ignorar fácilmente. Desafortunadamente, no nos hizo caso».
El funcionario destacó que es difícil entender el rechazo de Pujols a inyectarse Hormonas de Crecimiento Hurmano (HGH) o cualquier otro esteroide anabólico, alegando que tal rechazo va en contra de los mejores intereses del béisbol: «Por años hemos escuchado a Albert alegar que siempre da el 100% en el terreno. Pues le tengo noticias: ¡los datos que han obtenido nuestros analistas reflejan que los atletas que usan esteroides obtienen un rendimiento de 145% con relación a aquéllos que no lo usan! Si Pujols no acepta dar ese 145%, definitivamente no le interesa el bienestar de su equipo», aseguró Selig, alegando que «de hecho, su actitud va en contra hasta de la propia filosofía de la Unión de Jugadores. ¿Qué pasa, se le olvidó cuál es el lema de la unión?», preguntó Selig en referencia al tradicional estribillo de dicho gremio, «If you ain’t cheating, you ain’t trying«.
Albert Pujols, en momentos en que hace la más importante pregunta sobre los efectos del uso de esteroides: «Mano, ¿cómo rayos A-Rod puede sentarse después de inyectarse esta mierda?»
De acuerdo a Selig, Pujols debería seguir el ejemplo de otras estrellas que recientemente se unieron a este esfuerzo masivo por uniformar las condiciones de juego: «Debe seguir el ejemplo de A-Rod, que ya finalmente admitió que sus problemas de disfunción eréctil no se deben a condiciones naturales», dijo el comisionado sobre el estelar antesalista de los Yankees de Nueva York y futuro miembro del Salón de la Fama, Alex Rodríguez. Sobre los posibles efectos secundarios del uso de esteroides, Selig expresó que «problemas de hipertensión, acné, colesterol y atrofia testicular son un precio bajo que pagar» a cambio de los incuestionables beneficios de usar sustancias prohibidas: «O sea, ya A-Rod enviaba la pelota a 450 pies de distancia, pero para él era claramente necesario poder enviarla a 500 pies. ¿Qué le cuesta a Albert hacer ese mismo sacrificio por sus fanáticos? Albert debería recordar que no importa cuán duro le dé a la bola: siempre existirá un parque en donde nunca podrá sacarla», alegó Selig en obvia referencia a Yellowstone Park. «Si total, ¿qué importa si una bola deja de funcionarle? ¿Acaso no tenía dos?», preguntó Selig con incuestionable lógica.
El comisionado aseguró que la suspensión resultó necesaria para salvaguardar la imagen de la liga, y que continuarán cumpliendo cabalmente con las expectativas de la exigente fanaticada de este deporte: «A través de nuestro historial de más de 130 años, nuestra liga se ha caracterizado por los esfuerzos incansables de nuestra oficina por velar celosamente que nuestros atletas compitan en igualdad de condiciones, y nos sentimos profundamente orgullosos de las medidas que hemos tomado para mantener la pureza del deporte», explicó Selig, en obvia referencia al importante rol de la oficina del Comisionado para mantener como esclavos por endeudamiento a los mejores atletas disponibles hasta los 1940s, permitir que los jugadores consumieran cantidades industriales de anfetaminas durante los 70s, y mirar para el lado mientras se atiborraban de cocaína en los 80s y 90s. «Para nuestra oficina es imperativo que ninguno de nuestros atletas intente utilizar mecanismos ajenos al deporte para adquirir ventajas injustificadas, sino que usen los mecanismos que permite nuestra diligente y responsable administración», explicó Selig.
Finalmente, Selig se mostró esperanzado en que una pronta rectificación de Pujols deje el camino libre para su reactivación: «Esperamos que el señor Pujols ponga fin a todo este comportamiento egoísta y autodestructivo y que comience a inyectarse hormonas [de crecimiendo humano] hasta que su cabeza sea más grande que la de la Barry Bonds», concluyó Selig.
Barry Bonds demuestra que su uso constante de esteroides y Hormonas de Crecimiento Humano no ocasionan efectos secundarios significativos: «No te preocupes, Albert, que lo de que se atrofien los testículos no será un problema tan importante, después de todo»