Cayey, Puerto Rico – Los sospechosos del espeluznante asesinato del publicista José Enrique Gómez Paladín, tras entregarse a las autoridades federales, fueron inmediatamente encontrados culpables al revelar sus incriminantes apodos callejeros.
El secuestro y eventual asesinato del publicista José Enrique Gómez Paladín capturó la atención de los puertorriqueños según se esclarecían los hechos, y fue gracias a las cientos de personas que diseminaron en los medios sociales la imagen de uno de los sospechosos que se pudo dar finalmente con los culpables del delito. Según muchos, esta es la primera vez que la red social Facebook fue utilizada para algo más meritorio que simplemente compartir fotos de gatos haciendo monerías, regar chismes mezquinos sobre exparejas, o darle un foquetazo al viernes.
El primer sospechoso en entregarse a la justicia fue un joven quien se identificó solamente como «Bebo», información que fue suficiente para que la fiscalía federal lo arrestara, «porque nadie con el apodo ‘Bebo’ está por ahí ayudando a viejitas a cruzar la calle, ¿vite?». Igualmente se entregaron las dos muchachas involucradas en el asunto, cuyos sobrenombres son «La Gatillera» (o «La Prieta», para sus allegados) y «La Gatita», respectivamente, lo cual, según las autoridades, «las convierte inmediatamente en culpables de asesinato en primer grado o, cuando menos, culpables de participar como ‘booty girls‘ en algún video de reggaetón — ¡y en cualquiera de los dos casos, las zumbaríamos de cabeza a la cárcel!».
«Obviamente es la política del Negociado Federal de Investigaciones no emitir comentarios prematuros acerca de un caso todavía en proceso de esclarecimiento», explicó Diana Smith, la agente a cargo de la investigación, «¡pero que se joda! Cuando tus sospechosos se conocen en la calle como ‘Bebo’, ‘La Gatillera’ y ‘La Gatita’, no hay que buscar pruebas forenses o testigos oculares. ¡Ojalá todos los malandrines siempre se autoincriminaran con sus apodos!». Las autoridades aún buscan al cuarto sospechoso del delito, y aseguran que «si su mote es algo como ‘El Alacrán’, ‘El Carnicero’ o ‘Papo Drácula’, lo encerraremos más rápido de lo que llora un Santini».