El programa, tentativamente titulado «It’s Macho’s Family Time!», se da luego de las peleas arrabaleras, discusiones públicas y bochinches mezquinos que fueron la orden del día en los velorios y el entierro del púgil. Todas estas vicisitudes trajeron la familia del Macho Camacho a la atención de los productores de MTV, quienes, luego del éxito del programa «Jersey Shore«, están buscando «el próximo grupo de personas maleducadas y groseras que por alguna razón millones de personas idolatrarán y querrán ver gritarse e insultarse semana tras semana».
«Una vez vi esos videos de esta gente entrándose a puños durante un velorio», explicó Mark Brownstone, gerente de programación en MTV, «me pregunté: ‘¿Quiénes son estas personas tan cafres y groseras, y cuán con poco dinero podré convencerlas de que firmen un contrato con nosotros?’ O sea, si arman esos tipos de revolú cuando se supone que estén en duelo por un familiar suyo, ¿qué otros divertidísimos escándalos protagonizarán si los ponemos a todos a vivir en la misma casa y nos ponemos a sembrar cizaña? Qué rayos, ¡ni cizaña tendremos que molestarnos en sembrar, y seguro nos darán material que ni botándolo se acaba!».
Ya los productores del programa están tramando cómo crear situaciones que generen el mayor número de conflictos posibles, entre estos: poner al papá y a la mamá del Macho en el mismo cuarto; poner a la mamá del Macho y al hijo del Macho en el mismo cuarto; o básicamente poner a cualquier familiar aleatorio del Macho con cualquier otro familiar en el mismo cuarto. «Mi visión de este programa es que sea como Jersey Shore», explicó Brownstone, «pero en Nueva York en vez de en Nueva Jersey, y con gente con bronceados naturales y con acentos más fáciles de entender».
class=»storyImage» title=»The tits aren’t natural either, for THAT matter…»
«A mí jamás se me ocurriría aprovecharme de la memoria del Macho para hacer dinero y darme pauta», aseguraron todos los familiares del fenecido boxeador, «pero si a otro se le ocurre y me ofrece dinero y fama, ¡esos son otros veinte pesos, you know!».