Albany, Nueva York – En una ya típica reacción exagerada al incidente de la semana pasada en la que un boricua violó la seguridad del aeropuerto de JFK, causando un tremendo revolú, la Agencia Federal de Aviación (FAA, pronunciado «Eff Ey Ey» en inglés) ha determinado que de ahora en adelante no se le permitirá a nadie volar «en estado de puertorriqueñez».
El incidente tuvo lugar la semana pasada, cuando William Contreras, desafortunadamente puertorriqueño, salió del terminal del aeropuerto JFK en Nueva York para ir a fumarse un garet, y cuando se percató que estaba tarde para su vuelo, en vez de pasar por la puerta de seguridad como Dios manda, lo que hizo fue meterse por la salida, bien jaiba él. Cuando lo mangaron se armó un sal pa’fuera y un correcorre para buscarlo, y luego se dieron cuenta que había logrado meterse en su avión en dirección a Albany, donde agentes de seguridad lo esperaban para arrestarlo. Por eso de no dejar de ser boricua, también le encontraron una navaja en el equipaje de mano, lo cual está prohibido llevar a bordo.
William Contreras, por alguna razón perplejo que lo hayan arrestado por violar las reglas de seguridad del aeropuerto y encima de eso volar con una navaja
Dicha acción propició que la FAA revisara de nuevo sus políticas de seguridad para ver qué se podía hacer para remediar esta situación. «Después de revisar todos nuestros reglamentos», explicó Robert Sturgell, Director Interino de la FAA, «nos dimos cuenta que no importa cuántas reglas tuviéramos, después que hubiera puertorriqueños en el medio, alguna manera iban a encontrar de violentar las reglas y hacer lo que le diera la gana. O sea, ¿qué más claro que la regla de que todo pasajero tiene que pasar por las puertas de seguridad? Pero no: falta que haya un puertorro ajorao y que se crea que su prisa es más importante que las reglas para que se las pase por los güebos, como hizo este mamaloncito. Es por eso que hemos decidido prohibir el vuelo a toda aquella persona que esté en estado de puertorriqueñez», añadiendo que incluso tuvieron que acudir a la Real Academia Española para que aprobara el término «puertorriqueñez» en una sesión de emergencia.
Pasillo del aeropuerto Luis Muñoz Marín, prácticamente vacío desde esta nueva restricción de seguridad
Ya la Administración de la Seguridad en el Transporte (TSA, o «Totally Sadistic Assholes«, en inglés) ha comenzado a entrenar a sus agentes para identificar a personas de origen puertorriqueño que, pasándose este nuevo reglamente por el ñu, traten de volar de todos modos. «Afortunadamente no es tan difícil identificar a un boricua», aseguró Sturgell. «Nada más en la fila para conseguir el pase de abordaje se pueden identificar, por la cantidad de cajas con pasteles congelados que llevan encima, y porque éstas serán siempre cajas de pañales, mejor conocidas como ‘Puerto Rican Samsonites‘. Además de que serán los que en la fila estén hablando bien duro, como si no hubiera más nadie alrededor, digo, si es que hacen la fila, porque si se cuelan ahí sí que los detectamos inmediatamente. Hay incluso otros que se auto-identifican usando cadenas de oro con su nombre: la cadena dirá ‘Papo’, pero yo lo que leo es ‘Puertorriqueño'». Sturgell finalizó diciendo que el cedazo final será observar quiénes aplauden al aterrizar el avión, ya que con esta medida se podrá arrestar a aquéllos que hayan podido burlar los controles de seguridad anteriores.
«Por ejemplo», indicó Sturgell, «de este grupito yo botaría al don del bigote, que si bien no es puertorriqueño es mexicano, que es más o menos la misma cosa»
Ante las protestas de los millones de puertorriqueños que sí saben seguir las reglas cuando vuelan, Sturgell se mostró indiferente: «Lo siento, pero el riesgo para nuestra infraestructura de seguridad es simplemente demasiado. Les sugiero que aprendan a nadar y a esquivar tiburones si es que piensan viajar hacia cualquiera de los cincuenta estados», aclarando que dicha restrición no aplicará a vuelos entre Puerto Rico y otras islas caribeñas porque «ya ahí nos rendimos: Dios los cría y ellos se juntan».