A pesar de que Bad Bunny le picheó zarrapastrosa y vergonzosamente a Rosselló en su petición, el gobernador no se inhibió de pedir servicios de consultoría a otros cantantes urbanos que nada tienen que ver con el asunto de la política pública. «Por la presente le pido a los reggaetoneros ‘Daddy’ Yankee y a quien presumo es su hijo, ‘Baby’ Rasta, para que compartan su sabiduría y años de experiencia y aporten sus ideas con el Departamento de la Familia. Por sus nombres es evidente que son peritos en el tema, ¡y con eso de que ‘Daddy’ Yankee tiene ‘Yankee’ en el nombre, y que el compañero de ‘Baby’ Rasta se llama ‘Gringo’, se nota que son de los míos!».
Al preguntarle a Rosselló qué lo motivó a invitar a reggaetoneros a ayudarlo a formular su política pública, este replicó: «¿Por qué no? ¿Acaso las ideas que han salido de mi administración han sido particularmente buenas? ¿Qué tanto peores pueden ser las de ellos?».