«Honestamente, esta ha sido una de las semanas más difíciles de mi vida», reveló un egresado de la Escuela de Derecho de la UPR, a quien llamaremos «Lex Loser» para proteger su identidad. Lex obtuvo su grado de Juris Doctor en mayo de 2011, pasó la reválida en su primer intento y hasta hace unos días estaba satisfecho con su modesta práctica como abogado. «La cosa está lenta: lo más que hago es notaría y permisos de armas, y de vez en cuando me cae un cobro de dinero. Pero dentro de todo me consideraba afortunado, sobre todo comparado con otros compañeros de Derecho que están peor, como por ejemplo, haciendo trabajos para el gobierno y pudriéndose esperando a que les paguen».
Roja Gallito (nombre inventado, esperamos) es una de esas exhuelguistas que ha sentido la necesidad de desahogarse. «Yo estuve en la huelga del 2010 y hasta hice camping en el recinto», confesó la ex estudiante de geografía y ahora barista en un café de la Milla de Oro. «Cuando me enteré del chanchullo de las becas, se me subió la bilis y me fui en un rant de odio en Facebook, pero ahora siento frustración. Siento que no he aprovechado las oportunidades que me ha dado la vida. Con tantos populares que conocí en la huelga, ¡algún buen guiso pude haber conseguido!», lamentó.
Lex Loser consideró lo que pudo haber hecho diferente en cuanto sobre con quién enyuntarse: «Claro que me hubiera gustado ser juez, fiscal o algo así, pero como no cogí clase con Tony (García Padilla), ni di cara en la huelga, mira qué ‘bien’ me ha ido», lamentó el joven letrado, quien recordó haberse sentado cerca de Jay Fonseca en un curso que ambos tomaron juntos en la Escuela de Derecho. «Yo salí bien en Derecho, pero ahora me doy cuenta de que no supe aprovechar el tiempo. Como mínimo, pude haberme hecho amigo de Manuel Natal, que se graduó el mismo año que yo», declaró, finalmente entendiendo cómo es que se bate el cobre en Puerto Rico.
Por su parte, Roja Gallito aseguró que está muy complacida con el proceso de autocrítica revolucionaria que ha emprendido a raíz del escándalo de las becas. «Estoy mucho más tranquila. Me di cuenta que estaba cogiéndolo todo muy personal y así no se puede», reflexionó la joven barista, quien, en un aparte, intimó que se identificaba con la candidatura a la gobernación de la licenciada Alexandra Lúgaro. «Ayer en mi trabajo le preparé un chai latte y hablamos brevemente sobre cómo salvar a Puerto Rico. Ahora estoy pensando que quiero estudiar leyes: porque así sí puedo correr para gobernadora. ¿No?», concluyó, sin acabar de aprender la lección.