«Cuadriplicaré esfuerzos para que este desliz no vuelva a ocurrir», prometió el hombre con el guiso más cabrón en todo el gobierno de Puerto Rico, tumbándose ciento cincuenta mil pesos al año para visitar Gettysburg, irse a pasear en carros costeados por el gobierno y ser vivo ejemplo de qué ocurre cuando alguien no presta atención en la clase de aritmética porque sabe que, como es el nene de Papi, nunca tendrá que ganarse nada. «Sé que tengo cero conocimiento de la tabla del cero, pero le voy a meter cuatro veces más ganas, y al final del día sabré cuatro veces más de lo que sé ahora. Porque cero por cuatro es… es… ¡Maldita sea! ¡Lo hice de nuevo!», exclamó frustrado.
Una encuesta informal de El Ñame informó que la mayoría del pueblo preferiría que el nuevo salario de El Tigre sea el producto de ciento cincuenta mil por cero.