El otrora venerado comediante Bill Cosby era, hasta hace poco, mejor conocido por haber personificado el afable y familiar doctor Cliff Huxtable en el programa de comedia ochentoso «The Cosby Show». En los últimos años, sin embargo, Cosby ha sido acusado por más de 40 mujeres de haberlas drogado y luego, cuando eran incapaces de decir que no, haber tenido sexo con ellas, en lo que se conoce en el argot legal como «violación» (y en el argot pueblerino, como «ser una claj’e cabrón»). Estos crímenes se remontan algunos incluso a la década de los sesenta, pero las acusaciones solo han surgido recientemente porque en muchos casos los fármacos usados por el comediante / violador aficionado causan un tipo de amnesia que hace que sus víctimas no recuerden el incidente. A pesar de que recientemente se hicieron públicas unas declaraciones juradas de Cosby en las cuales él esencialmente confirmó descaradamente las fechorías, estas ocurrieron hace tanto tiempo que ya los delitos prescribieron y él ya no puede ser enjuiciado. [Nota: nos hubiera gustado que este párrafo tuviera un punchline cómico, pero el único chiste aquí es el que Cosby ha hecho del sistema judicial americano].
Al enterarse del éxito que Bill Cosby ha tenido en hacer que sus víctimas convenientemente olviden sus ofensas y evitar tener que pagar por estas, el gobernador Alejandro García Padilla lo invitó a La Fortaleza para ver cómo podría emplear sus servicios. «Tengo entendido que el señor Cosby tiene una fórmula mágica para hacer lo que le dé la gana y que luego sus víctimas no recuerden el incidente y librándose de todo tipo de repercusión», explicó el gobernador. «Es ese tipo de talento precisamente el que necesito yo ahora, a ver si el electorado boricua misericordiosamente olvida el descojón que ha sido este último cuatrienio bajo mi administración y vuelve a elegirme en las próximas elecciones». García Padilla anunció que cuando Cosby llegue a la Isla planea darle un tour por todas las instalaciones de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados, «y pues, si una cantidad masiva de Quaaludes termina misteriosamente en el suministro de agua y millones de puertorriqueños amanecen al otro día con una conveniente amnesia de los últimos cuatro años… ¡qué remedio me quedará más que ser reelegido en el 2016!».
Al preguntarle a Bill Cosby si planea aceptar la invitación del gobernador de ser su huésped en Fortaleza, este replicó: «¡Claro que sí! A mí últimamente no me quieren ver ni en pintura y nadie me invita a salir ni de aquí a la esquina, así que aunque sea a escuchar a García Padilla mascullar el inglés, ¡si me invitan, voy, y si me gusta, me quedo!». Por otro lado, y en un tema completamente no relacionado, miles de puertorriqueños anunciaron que esperan con ansias locas la visita del desprestigiado artista, mientras afilan tijeras y releen el libro «The Lorena Bobbitt Story».