«Puerto Rico tiene que ser estado, porque eso es lo mejor para nuestra isla», aseguró vehementemente la representante estadista María Milagros «Tata» Charbonier, una de personas que incoaron la petición judicial para frenar lo infrenable. «Claro está, a veces los Estados Unidos como que tienen demasiadas libertades para mi gusto, como eso de la igualdad matrimonial. En casos como este es que aplicaría eso de la ‘Estadidad (cuando nos convenga)’: cuando los gringos se nos pongan demasiado modernucos, somos un territorio fuera del alcance de las decisiones hippietonas del Supremo; cuando sea para pedir cacao y que nos apliquen beneficios federales, ¡entonces sí seremos Yanqui Dúdel Dandis a rajatabla!».
El PNP espera que su nueva postura a favor de la «Estadidad (cuando nos convenga)» mantenga contentos «tanto a nuestra base pitiyanqui hasta el ñu como a todos esos evangélicos conservadores a ultranza que llenan nuestras arcas de dinero». Después de todo, razonan los altos dirigentes del partido estadista, «¿a qué puertorriqueño no le gusta que las cosas sean como más fácil se le haga a uno?».