La presunta broma surge de las comparaciones que se han hecho de la paupérrima situación fiscal de la Isla con los problemas de solvencia de Grecia, los cuales le están causando a la Unión Europea la misma jaqueca que la pelambrera boricua le está causando a los Estados Unidos. «No veo por qué se ríen: yo prefiero mil veces un Puerto Rico a una Grecia», explicó Schaeuble con el humor que siempre ha caracterizado a los alemanes. «Las cosas estarán color de hormiga brava en la Isla, pero mientras en Grecia la gente está haciendo fila en los bancos para sacar todo su dinero y ponerlo debajo del matre, en Puerto Rico la gente está haciendo fila para ser los primeros en pagar de más por la comida de Cheesecake Factory o para comprar televisores Funái. El estacionamiento de Plaza Las Américas siempre está lleno y la misma gente que se canta pobre tiene antena de DirecTV en el techo de la casa y viste ropa de marca. ¡A esa puerca todavía le falta un poco para entorchar el rabo completamente, diría yo!».
Inseguro si el comentario del ministro alemán era en serio o no (y siendo lo suficientemente sagaz como para nunca presumir que un alemán está bromeando, porsiaca), el gobernador Alejandro García Padilla sentenció tajantemente que haría lo posible por evitar que la Isla sea admitida a la Unión Europea. «Yo sé que como primer mandatario del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, la realidad es que mando muy poco», aclaró el gobernador, «pero dentro de lo que pueda patalear y protestar, me opondría tenazmente a este cambio de amo. Aquí en la Isla, después de más de cien años bajo el dominio/tutela de los Estados Unidos, los puertorriqueños apenas hablamos inglés… ¿cómo se nos va a pedir ahora que seamos parte de la Unión Europea y tengamos que aprender europeo? Busqué en Amazon y no vi ningún Rosetta Stone para aprender ese idioma, así que así de difícil debe ser que ni siquiera esa gente le ha querido meter mano. Además, pasar de pertenecer a los ‘EEUU’ a formar parte de la ‘UE’ suena a tremenda confusión. Mejor nos quedamos como estamos, que es mejor malo por conocido que bueno por conocer», concluyó García Padilla, en lo que bien podría ser la consigna operacional del Partido Popular Democrático.