El Impuesto sobre el Valor Añadido de 16%, mejor conocido como IVA, es parte del nuevo sistema contributivo propuesto por la administración del gobernador Alejandro García Padilla. Este será en adición al ya existente Impuesto sobre Venta y Uso (IVU) –aunque, según el gobernador, «800 mil contribuyentes quedarán exentos de pagar IVU… y los demás millones de puertorriqueños, pues que se jodan, supongo». Funcionarios del Departamento de Hacienda indicaron que este nuevo arbitrio no será suficiente para solventar el «despingue presupuestario» que aflige el país y por ende próximamente se estarán instrumentando el Impuesto por Valor Extraordinario (IVE), el Impuesto por Valor Implícito (IVI) y el Impuesto por por Valor Ordinario (IVO), inspiradas todas en el hecho de que «todavía quedaban tres vocales por usar… ¡y si la cosa no mejora, ahí tenemos un reguero de consonantes que considerar!».
Efraín Delibes, portavoz de Hacienda, explicó los nuevos arbitrios: «El Impuesto por Valor Extraordinario (IVE) se aplicará a aquellos productos de marca que ofrecen un beneficio allende a su contraparte caravelita. Por ejemplo, si compras papel higiénico Charmin en vez del barato que en vez de limpiarte lo que hace es lijarte el esfínter, esa diferencia en precio sería tributable a un 5%». Por otra parte el Impuesto por Valor Implícito (IVI) se atribuirá a «aquellos productos que tienen méritos que van más allá de su fin primordial. Digamos que te compras unos espejuelos de marco grueso y un libro con la palabra ‘postmodernismo’ en el título: cada uno de esos artículos te hará ver como un hipster, y como eso parece estar de moda, el consumidor está devengando un beneficio que será tributable al 3%». Finalmente está el Impuesto por Valor Ordinario (IVO) de un 7%, que se le aplicará «a cualquier cosa que se venda en la Isla –ok, ok, lo admitimos: simplemente queríamos volver a espetarles el IVU pero con otro nombre, esperando que nadie se diera cuenta… ¡y ténganlo por seguro que en efecto le haremos un ‘duérmete, nene’ al pueblo con algún otro tema próximamente y aprobaremos toda esta reforma contributiva cuando nadie esté prestando atención!».
Por su parte, el gobernador quiso aclarar que los cambios impuestarios no son tan draconianos como algunos opositores sostienen, «primero que nada porque no sé que quiere decir ‘draconiano’ y dudo que aplique, y segundo porque los arbitrios no le tocarán a todo el mundo. Como ya dije, el IVU del 7% no le aplicará al 4.5% de los contribuyentes; el IVE del 5% le aplicará a solo el 60.7% de los puertorriqueños; el IVI del 3% solamente lo tendrán que pagar de un 4.5 a un 7.8% de las personas; y finalmente el IVO de 7% será únicamente para el 95.5% de la ciudadanía. ¿Están confundidos? Pues me alegro: ¡esa era la idea!».
La opinión del contribuyente promedio ante esta propuesta tributaria no se hizo esperar: «El gobierno puede enjorquetarme impuestos desde el IVA hasta el IVZ si le da la gana, pero no va a cambiar un simple y sencillo hecho: ¡por más que expriman mi billetera, si está vacía, eso no pare más!».