El Proyecto Ara, según explica Google, se trata de diseñar un smartphone que esté compuesto de distintos módulos intercambiables, de manera que el usuario pueda actualizarlo parcialmente según mejore la tecnología, sin tener que comprar un teléfono completamente nuevo. La noticia fue recibida con beneplácito sobre todo por el sector delictivo de la Isla, que celebró el poder robar, cantito a cantito, hasta conseguir el mejor teléfono posible. «¡Ya se acabó esta pendejá’ de asaltar a alguien para luego descubrir moquicaído que lo que tenía era una porquería de teléfono caravelita!», exclamó emocionado Ramón «Moncho El Carterista» Rodríguez, experto atracador callejero. «Ahora podremos ser más selectivos a la hora de despojar a nuestras víctimas de sus pertenencias, llevándonos solamente los módulos telefónicos más rentables. De ahora en adelante, el objeto ideal de un asalto será alguien que ande por ahí con un teléfono modular de Google y con unos espejuelos Google Glass puestos: el teléfono modular, porque así le podremos desprender solo los módulos más chulin-snaquin que tenga; y los espejuelos Google Glass, ¡porque así sabremos que es un pendejo que se lo merece!».
Jacob Patterson, portavoz del grupo de nuevas tecnologías de Google, explicó que la compañía escogió a Puerto Rico como el campo de prueba para su nuevo dispositivo telefónico modular «por la gran cantidad de compañías celulares en la Isla, la alta penetración que tiene el mercado de smartphones entre el consumidor local, y por el hecho de que el boricua es la cosa más follonera del planeta. O sea, hay puertorriqueños que pernoctan a la intemperie simplemente para conseguir donas gratis o participar en la gran apertura de una cadena americana de restaurantes… ¡imagínate tú cuando se trate de comprar un teléfono exclusivo a la Isla y poder hacerle fiero a sus primos comemierdas que se mudaron a Orlando y se la pasan diciendo que allá es todo mejor!».
Por su parte, el gobernador Alejandro García Padilla se mostró emocionado ante la iniciativa de Google y le agradeció a dicha compañía «el poner a Puerto Rico en la prensa que no sea para hablar pestes de nuestra desastrosa economía, de nuestra alta incidencia criminal, o de mi más reciente cantinflada».