El exgobernador Aníbal Acevedo Vilá, presidente del CGST, ya le envió a Alejandro García Padilla una carta en la cual oficialmente lo felicitaba por haber sido aceptado a la exclusiva asociación (cuyos otros miembros son Sila María Calderón y Luis Fortuño). «Como van las cosas bajo su mandato», explicaba la epístola, «es bastante claro que este será su primer y último término como gobernador de Puerto Rico… así que, ¡bienvenido al club!». La carta fue acompañada por un carnet de identificación (que le permite al portador obtener un 10% de descuento en el restaurante El Jibarito) y un certificado de membresía que el nuevo afiliado puede encuadernar y colgar en su oficina (o, lo que es más probable, esconder rápidamente en el fondo de alguna gaveta).
Luis Fortuño, quien hasta hace poco era el miembro más nuevo del club, no perdió tiempo en darle la bienvenida a García Padilla a la asociación: «¡Qué bueno no ser ya el benjamín de nuestra pequeña familia!», exclamó Fortuño. «Como yo era el prepa del grupo, siempre me obligaban a mí a buscar las donas Krispy Kreme para las reuniones y a organizar las mesas y las sillas… ¡pero ahora quien nos tendrá que hacer los mandados será Agapito!». El reciente exmandatario añadió: «Cabe mencionar que García Padilla es el primer miembro que se admite a la asociación antes de siquiera haber terminado su primer cuatrienio: esperamos que tome esto como un simple atajo precognitivo y no como una crítica mordaz y malintencionada a su gesta administrativa hasta la fecha, como algunas víboras lengüilargas y ponzoñosas sin duda insistirán en hacer», aseguró Fortuño con un brillito pícaro en los ojos.
Por su parte, García Padilla aceptó de buen grado la admisión temprana al club, explicando filosóficamente que «Si bien es mejor tarde que nunca, ¡mejor aún es ahora que de aquí a tres años!».