«¡Ave María! ¡No hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista, ¿eh?!», celebró un jubiloso gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, con el gigantesco cheque que claramente el gobierno de Puerto Rico ganó, fair and square. «Yo les dije que si algo iba a cambiar en este país era las actitudes. Nunca perdimos las esperanzas. Por eso metimos nuestro boleto con esos otros diez mil boletos en esa tómbola y nos encomendamos a Dios… y aquí estamos», aseguró, mientras los diez mil boletos que sin duda alguna correspondían a otros puertorriqueños que participaron de la no anunciada lotería especial eran metidos en una incineradora con to’ y tómbola.
Se informó que las tres casas acreditadoras procedieron inmediatamente a cambiar la clasificación de los bonos boricuas a «¡Ni Pa’l Carajo Toquen Eso!».