«¡Menos mal que Facebook nos bregó el caso y creó una grafiquita que describe cómo me siento cuando comparto en mi muro algunas noticias sobre Puerto Rico!», se expresó aliviada Alicia Torres, miembro de la red social desde antes que juegos como FarmVille y Candy Crush aparecieran para amargarnos la existencia. «O sea, cuando vi que arrestaron a otro puertorriqueño grosero más por guapeársele a un asistente de vuelo en JetBlue y le di Share al enlace, ¿cuáles de los emoticons existentes hubiera podido usar para acompañar ese artículo? Una sonrisita no la hace, ni aunque tuviera una guiñadita; una carita triste, quizás, pero no es tanto tristeza lo que siento, sino vergüenza ajena. Básicamente, este nuevo emoticon me permite decirle a quienes vean esa entrada en mi muro que no estoy compartiendo esto porque quiero diseminar esta noticia, sino para dejarles saber a quienes ya se enteraron del asunto que al menos yo tengo la decencia de avergonzarme por el comportamiento de este puertorriqueño… ¡aunque él no la tenga!».
Jack Slattery, gerente del departamento de desarrollo de interfaz de Facebook, explicó cómo su equipo técnico llegó a la decisión de añadir el nuevo emoticon: «Básicamente empezamos a notar un patrón de usuarios puertorriqueños compartiendo enlaces a noticias de periódicos locales que exaltan a cualquier brosa que haya adquirido notoriedad después que sea marginalmente puertorriqueño (como el ‘talibán boricua‘, el secuestrador Ariel Castro, esencialmente cualquier reggaetonero, etc.). Luego, apreciamos una proliferación de artículos publicados en medios internacionales que reseñaban sucesos vergonzosos en Puerto Rico (como cada vez que la Funeraria Martín accede a embalsamar a un muerto de algún modo novedoso y chabacano; todos los años cuando se forma un salpafuera en las Ventas del Madrugador; o aquella vez que cientos de jóvenes boricuas le hicieron una procesión fúnebre al fenecido actor Paul Walker, quien tiene de puertorriqueño lo que tiene Alejandro García Padilla de angloparlante). Y finalmente, no podemos olvidar cada vez que Maripily abre la boca», concluyó el gerente. «Dedujimos que nuestro interfaz no ofrecía la emoción exacta con la cual nuestros usuarios boricuas podrían describir cómo se sentían acerca del enlace que estaba compartiendo; por eso añadimos una imagen en la sección de Feelings titulada ‘Vergüenza Ajena’ (porque no encontramos cómo decir eso en inglés). Bueno, hablando claro estábamos entre ‘Vergüenza Ajena’ o ‘Pegándome Un Tiro’… ¡pero tampoco hay que ser tan dramáticos!».
Muchos usuarios puertorriqueños apreciaron la minuciosa atención al detalle de los gestionadores de Facebook (no empece los pocos escrúpulos de estos a la hora de investigar el contenido de los muros): «¡Gracias por entender exactamente lo que sentimos nosotros los boricuas que no tenemos car’e lechuga, cada vez que el nombre de nuestra Isla es arrastrado por el lodo por algunos compatriotas cafres!». Rumores no confirmados indican que posiblemente en un futuro no muy lejano aumente el acervo de emoticons para complementar enlaces compartidos por boricuas, uniéndose al elenco descriptivas gemas tales como «Ah, Pues Bien», «Así No Se Puede Pedir La Estadidad» y «¡PLOP!».