El pasado martes por la noche cerca de 300 vehículos transitaron en caravana desde Montehiedra hasta el puente Teodoro Moscoso en conmemoración del fenecido protagonista de los filmes «The Fast and the Furious», «2 Fast 2 Furious», «3 Fast 3 Furious» (o como se llame la tercera), etcétera –resultando en casi cien boletos por exceso de velocidad y en una vergonzosa mención del evento en el Washington Post. Por otro lado, aficionados empedernidos del alcohol entendieron mal el nombre del occiso, creyendo que se tratase del magnate del whisky Johnnie Walker. La procesión fúnebre que protagonizaron dichos implacables consumidores de licor, sin embargo, estuvo menos organizada que la del martes, y estuvo marcada por más accidentes involucrando objetos inmóviles; más carros zigzagueando entre carriles; y menos gritos de «¡Paul, eras bello y eras mío!».
«¡No puedo creer –¡hic!– que Johnnie Walker está muerto, él que siempre andaba tan bien vestido con su sombrero de copa y corbatita de moño!», eructó ebriamente Francisco «Paco» Tejera, uno de los organizadores del alcoholizado convoy. «¡Tan buen güisqui que hacía el contralla’o! ¿Qué se supone que beba yo ahora, si todas las demás marcas pa’ mí saben a agua de piringa con colorante?». Al informarle al sabihondo degustador de bebidas espirituosas que quien falleció el sábado no fue Johnnie Walker —creador de la conocida marca de whisky quien está muerto desde el 1857— sino Paul Walker –el actor estadounidense quien, si no fuera por «The Fast and the Furious», solo lo conocerían en su casa–, Tejera replicó: «¿¡Y por qué rayos aquí en Puerto Rico están haciéndole caravanas fúnebres al chamaquito ese!? ¿Qué, no tenemos suficientes muertos locales que conmemorar? ¿O es que si no son blanquitos y de ojos verdes son más fáciles de olvidar?».
Dado que trajo el tema, se le preguntó a Tejera si consideraría más valioso por ejemplo hacer una ceremonia de pueblo para honrar la memoria del recién fallecido líder surafricano Nelson Mandela, y el experto dipsómano preguntó: «¿’Mandela’? Hum, no conozco esa marca de licor. ¿Qué tipo de bebida alcohólica vendía ese fulano? A mí ese apellido me suena como brasileño, así que seguramente lo de él era la cachaça… ¡y si es así, me apunto, que a mí me encantan las caipirinhas!».