«Si esta gente se cree que nos vamos a quedar acostaditos en nuestros ataúdes sin protestar, les tenemos noticias: ¡les vamos a llenar esa cara de ectoplasma!», aseguró Don Fredeswindo Martínez (1937 – 2011), vecino del Cementerio Los Cipreses en Bayamón, quien confesó ser uno de los endosantes del ingeniero Figueroa. «Esto no es más que un esfuerzo por enterrar nuestros derechos al lado de nuestros cadáveres, y eso no lo vamos a permitir: ¡queremos a Rogelio!», sostuvo el difunto mientras recogía del suelo su brazo derecho, el cual se le desprendió momentos antes tras golpear firmemente la mesa mientras se manifestaba.
Otra manifestante, doña Virginia Nieves de Rivera (1923 – 2001), denunció la movida de la comisión como una persecución selectiva contra Figueroa, y aseguró que su alma no descansará hasta que se le haga justicia. «Mire, si esto es sencillo: aquí el que más o el que menos tiene su muertito escondidito en el clóset. ¿O tú te crees que el PIP siempre consigue reinscribirse en tiempo récord solo con endosos de gente viva?», cuestionó Nieves mientras se arreglaba la vistosa telaraña que adornaba su elegante sombrero. «¡Pero que se preparen, que si llegan a revocar la inscripción de Rogelio, nos vamos a meter a sus casas a medianoche y les vamos a halar por los pies mientras duermen!», exclamó Nieves ante los vítores de aquellos cadáveres a quienes aún no se les habían podrido sus lenguas y dientes.
Por su parte, Figueroa aseguró que su incumplimiento con las citaciones de la comisión no se debió a que rechace contestar preguntas sobre este asunto, sino a lo que catalogó como una clara violación al debido proceso de ley por parte de la comisión al manejar la querella en su contra. «Para poder contestar preguntas sobre por qué los muertos apoyan mi candidatura es OB-vio que el comité necesita poder comunicarse con ellos», explicó Figueroa con gran convicción. «Nosotros lo que exigimos es que nos garanticen nuestro debido proceso de ley y contraten primero algún espiritista, babalao o médium que pueda comunicarse con ellos para que puedan preguntarles por quién quieren votar en las elecciones. Eso es todo», sostuvo el ingeniero enérgicamente.
Figueroa rechazó además que su colectividad haya incurrido en violaciones de ley al conseguir sus endosos, alegando que sus procedimientos internos son los mismos que usan todos los partidos locales. El que un partido o una agrupación tenga endoso de muertos eso no es nada irregular, son casos que hay que atender«, sostuvo Figueroa a su salida del Tribunal de una forma tan escandalosamente sincera que decidimos citarla sin alteraciones. «De todos modos», añadió de inmediato al darse cuenta de lo que acababa de confesar, «esto no es para tanto. O sea, tenemos alcaldes que mudan veinte empleados municipales a una misma casa para que voten fraudulentamente en un distrito al que no pertenecen, representantes que no viven en el distrito que representan y candidatos que se roban la luz y el agua en sus comités o que los usan como banca de bolita, ¿y lo único que le preocupa a la Comisión es que par de muertos decidieron resucitar para votar por mí? ¿En serio? ¿Pero y dónde están sus prioridades?», preguntó Figueroa con incuestionable lógica.
Al cierre de esta edición las fantasmagóricas manifestaciones continuaban frente a las escalinatas del tribunal. Los cadáveres aseguraron que tomarán las medidas que sean necesarias con tal de estar representados en la próxima elección general, y no descartaron comenzar una huelga de huesos caídos tan pronto como la semana entrante.