«Pues claro que le vamos a hacer un coctel a Bobby: sabemos que no es un proceso fácil, y queremos que se sienta bienvenido», aseguró José «Chegüi» Ramírez, organizador de la actividad. «O sea, él lleva años demonizándonos y presentándonos como una amenaza a la sociedad y debe sentirse ansioso sobre cómo lo vamos a recibir. Pero que no se sienta así: lo vamos a recibir con los brazos abiertos. Es normal que un homosexual de clóset reaccione violentamente a su orientación sexual y lo comprendemos. Puede que hasta él mismo piense que de verdad nos comemos los bebés crudos, y eso no es así. Hacemos travesuras… ¡pero nada de eso!», continuó «Chegüi» con sonrisa pícara mientras llenaba el local de velas aromáticas.
Al preguntarle a Chegüi en que consistía la actividad, este elaboró: «Pues nada, le daremos una gran bienvenida como se la hemos dado a cada homosexual que sale del clóset para unirse a nuestro selecto club de seres humanos que odiamos la institución de la familia tradicional. Vamos a tener juegos, tequila rosita, cupcakes y seguramente le pegaremos fuego en una hoguera a alguna pareja heterosexual de recién casados para completar el ritual de iniciación… for each one of us, two of them, como ha sido desde tiempo inmemorial», aseguró guiñandonos con una sonrisa perturbadora. Ante nuestra cara de espanto este preguntó: «¿Qué? Como les dije: ¡pues hacemos travesuras!».