La acción tomó lugar luego que el presidente senatorial tronara contra Israel Rodríguez Sánchez, periodista de El Nuevo Día, quien le hiciera preguntas sobre un presunto empleado fantasma en la Oficina de Asuntos Legislativos. Rivera Schatz indicó que le «supo a mierda» que un «reporterucho igualado viniera a pedirme explicaciones a mí, ¡A MÍ!, sobre qué sé yo qué rayos de un tal Richard Roark, que a lo que me suena es a roquero ochentoso de segunda». El Presidente del Senado comenzó a despotricar contra el reportero, tildándolo de tener una agenda contra el PNP, en vez de simplemente contestar a sus preguntas. «¡El más que mea aquí soy yo! ¡YO!«, tronó, quizás confundiendo «mear» con «hablar mierda».
No contento con intentar amedrentar a un periodista de El Nuevo Día por osar hacerle preguntas a un servidor público, Rivera Schatz se fue en un embate mediático en el cual despotricó contra periodistas y pseudoperiodistas de todo tipo de publicación en la Isla, «para ponerlos en su sitio antes de que se metan conmigo». Ni siquiera la redacción del magacín «TV y Novelas» se salvó del vicioso ataque, dado que dicha publicación fue tildada por el presidente senatorial como «los cargamaletas de los populares, y a quienes no se le puede creer ni a qué hora dan ‘La Reina del Sur'». Áxel Pesante, editor de la revista farandulera, negó las imputaciones, y aseguró que «cuando nosotros decimos que ‘La Reina del Sur’ la dan a las nueve en Telemundo, eso es información fidedigna».
El presidente senatorial admitió que aunque nunca ha leído «TV y Novelas» («¡Porque no tengo vagina!», según aclaró rápidamente), esto no evitó que él asegurara que «cualquier cosa que ellos publiquen sobre mí es una pura fabricación… digo, a menos que sea algo favorable, en cuyo caso claramente se trata de un reportaje justo y balanceado». También añadió amenazantemente: «¡Y no te creas que me he olvidado de ti tampoco, ‘TV Aquí‘! ¡Tu amansaguapo viene ya!».
Finalmente, Rivera Schatz concluyó diciendo que también «pondría como camote» al periodicucho de pacotilla de El Ñame, «si creyera que alguien los lee».