Contemplando sobre qué hará con sus años de cárcel, De Castro Font adelantó que piensa abrir una escuelita de canto en el penal, llamada «Ñañito’s School of Singing like a Canary«. «Saber cantar como un riuseñor es una importantísima calidad para un reo», aseguró el ahora convicto exsenador. «O sea, uno puede hacerse el más estoico y más leal, callarse la boca, y terminar pudriéndose en una celda; o uno puede cantar largo y tendido y chotear hasta a la madre que te parió», explicó, no dejando claro si él había, en efecto, choteado hasta a la madre que nos parió.
«Ciertamente De Castro Font cantó como Pavarotti, así que le debe ir de lo más bien con esa escuelita que quiere montar», indicó el juez federal Francisco Besosa, quien a la hora de enjuiciarlo tomó en consideración la «choteaera de dimensiones jenniffergonzalísticas» que protagonizó el exsenador. «Él se sentó en esa sillita, y con el entendimiento que lo ayudaría a bajar su sentencia, cantó y cantó y nombró a tanta gente que hasta tuvimos que mandar a buscar una libretita extra para anotar todos esos nombres. ¡Así me gustan los acusados!», aseguró el magistrado. «¡Temerosos de la justicia y dispuestos a llevarse a quien sea por el medio con tal de quitarse par de añitos de encima!».
Sin embargo, la alta jerarquía del Partido Nuevo Progresista, colectividad a la cual De Castro Font pertenecía al momento de ser arrestado, no estaba complacida con el anuncio del ahora convicto exsenador. «Las cosas hay que tomarlas según de quién vengan», aclaró el gobernador Luis Fortuño, a quien De Castro Font acusara de amenazarlo para que no delatara a ningún penepé. «De Jorge solo diré que en mi opinión la voz le trina — y digo ‘letrina’ porque de esa boca solo salieron sapos y culebras. ¡En vez de maestro de canto, él debería meterse a morrocoyo!».
Al preguntarle al Gobernador qué de malo tendría identificar corruptos dentro de su partido para así poder sacarlos de la colectividad, este replicó: «Bueno, eso es lo que yo me he llenado la boca diciendo que quiero hacer, así que tú pensarías que eso es lo que quiero hacer — pero la realidad es que si alguien se tira un peo en el PNP, a quien vienen a achacarle la peste es a mí. ¡Así que De Castro Font mejor que se calle y que deje de estar enseñándole a otros confinados a cantar como él, que va y se me vacía el partido!».