«¿Discutir sobre la cuota? ¿Debatir si nos unimos a la huelga de Río Piedras, Carolina y Cayey? ¡N’homb’e no, eso toma demasiado tiempo!», dijo Jaime Robledo, estudiante de Ingeniería Civil, al presentar una moción para que se diera por aprobado lo que sea que tomara menos tiempo. «¡Aquí hace hambre, así que propongo que mejor marchemos todos unidos hacia el Wendy’s del Town Center a expresar nuestro apoyo a lo que sea que quieran apoyar mientras comemos!», expresó Robledo ante ensordecedores bostezos de los presentes. El estudiante aseguró que su propuesta se ajustaba totalmente a los mecanismos tradicionales de lucha del estudiantado colegial: «Esto es sencillo, compañeros: nadie espera que los estudiantes de Mayagüez seamos demasiado militantes anyway, así que para qué perder valioso tiempo de almuerzo discutiendo, si al final vamos a decidir hacer lo mismo de siempre: ¡nada!», expresó, recibiendo de inmediato la aprobación unánime del estudiantado.
Tras la aprobación de la moción, el presidente del Consejo General de Estudiantes, Roberto Angueira, dio por concluida la asamblea al percatarse de que todo el mundo había salido corriendo para no ser el último en la fila de Wendy’s. Angueira aseguró que el Consejo acatará el mandato de la Asamblea, a pesar de que no fue capaz de mencionar exactamente cuáles fueron los puntos aprobados: «Creo que votamos a favor de que alguien pague por nosotros una cuota. ¿O fue por que se derogara el IVU?», preguntó confundido. Al aclararle que votaron una vez más por rechazar la implementación de la cuota especial y además hacer absolutamente nada para impedirla, Angueira contestó que «bueno, sea lo que sea que aprobamos, te aseguro que no fue celebrar una huelga de hambre. Así que con tu permiso: me espera mi Baconator«.