San Juan, Puerto Rico – Con el motivo de acallar las voces que lo critican aduciendo que es un representante de la clase adinerada, el Comisionado Residente y candidato a la gobernación por el Partido Nuevo Progresista, Luis Fortuño, comenzó una campaña para visitar diferentes comunidades especiales del país. Dicha campaña dio inicio el pasado domingo cuando Fortuño visitó las comunidades de Montehiedra y Encantada en San Juan, y continuará por toda la Isla, incluyendo la Comunidad Palmas del Mar en Humacao y Paseo Los Robles en Mayagüez.
«Estamos aquí atendiendo a este sector marginado de nuestra sociedad el cual ha sido ignorado por las pasadas administraciones populares», aseguró Ángel «Kid Cajita» Cintrón, el director de campaña de Fortuño, hablando a nombre del candidato. A preguntas de El Ñame de cómo es posible que residencias con un valor promedio de más de medio millón de dólares sean catalogadas como «comunidades especiales», Cintrón respondió: «Estas personas tienen necesidades únicas, y por ende, especiales. Habíamos recibido múltiples quejas de los residentes y tuvimos que ver el desastre con nuestros propios ojos». El Ñame le hizo la pregunta directamente a Fortuño de por qué no estaba contestando preguntas él mismo, y Cintrón nos volvió a responder: «Lo que pasa es que Luis sólo habla en situaciones especiales. Él no habla por cualquier tontería: sólo cuando es absolutamente necesario y cuando es algo relevante para el país».
Luis Fortuño, no contestando preguntas de un periodicucho de pacotilla como el nuestro
Cintrón enumeró los problemas sin atender que enfrentan ambas comunidades visitadas: «Aquí hay carros Jaguar pernoctando, literalmente, a la intemperie; las conexiones de DSL sólo llegan a los 5 MB de banda ancha debido a la pobre infraestructura telefónica con la que cuentan; y el acceso controlado carece de cristales a prueba de balas». Los residentes se mostraron entusiasmados con la visita de Fortuño y algunos de éstos lo recibieron con vino, quesos selectos, y música de violines de fondo. «Es la primera vez que un político decide visitarnos y ver nuestros problemas en persona», exclamó el neurocirujano Alberto Serrallés. «Hace tiempo que le hemos venido pidiendo a la Autoridad de Puertos por una pista para aterrizaje de aviones privados y todo ha caído en oídos sordos: ya no sabemos qué hacer. Ahora mismo tenemos que dejar los aviones en Isla Grande y luego venir en helicóptero hasta nuestras casas: ¡esto es casi infrahumano!», se quejó Serrallés.
Muestra de los problema graves de jardinería que padece la comunidad especial de Montehiedra: «Dado el alza en el precio del agua, nos hemos visto limitados a reducir el sistema de riego automático a sólo 2 veces al día», explicó un residente; «¡A este paso se me mueren las miramelindas!»
El narcotraficante Julio Maraña tambien comentó: «Mirah, aquí lo que jace farta es un shoppin nuevo; antes uno podía jangueal en el de Montehiedra, pero ahora eso se llena de jente de afuera. Ya no es lo mismo, hay que hacel algo como un shoppin privado pa’ nojotros.» Por su parte, el abogado Rodolfo Carrión dijo: «¡Esto es un desastre! Ya aquí no se puede vivir. Uno gana $600,000 al año, y aunque sólo le reporte a Hacienda $55,000, no es razón para que el Gobierno se olvide de uno. Con todo y lo que nos robamos, como quiera aquí pagamos más en contribuciones que todos los residenciales juntos. Es deber del Gobierno ayudarnos en nuestros pedidos». Carrión mencionó que llevan años esperando que el municipio les construya un campo de golf y que, aunque los permisos ya fueron otorgados, el municipio no ha hecho nada. «Ya no sabemos a quién más sobornar», dijo indignado Carrión.
Otro de los problemas de la comunidad es la cantidad de caballos de paso fino realengos por los alrededores
Debido a nuestra constante insistencia, y en contra de las recomendaciones de Cintrón, Fortuño accedió a contestar a una de nuestras preguntas. Le cuestionamos de cómo cree que se sentirán los sectores pobres del país si él continúa esta campaña, la cual se percibe como una que representa sólo a los grandes intereses. Éste nos contestó: «Mira Lugwi, lo que pasa es que el bienestar de Puerto Rico es más importante que el bienestar del país. Como dijo Don Luis: ‘Los que gritan, no dicen la verdad’, y si a esto le sumas que el abogado del Gobernador cobra $500 la hora, pues tenemos un país que no puede sostenerse con la economía emergente actual. El país tiene sólo una opción y es votar por mí en las elecciones de noviembre». Tratamos de que clarificara un poco su contestación, y éste sólo nos replicó: «Ya yo te contesté eso, y no tengo nada más que abundar, pero sería bueno que le hicieran esa misma pregunta al Gobernador».