San Juan, Puerto Rico – Don Félix Trinidad Rodríguez, padre y entrenador del exitoso púgil boricua Félix «Tito» Trinidad, anunció que ya halló el boxeador que tomará bajo su ala para convertirlo en el próximo campeón: Joseph Raymond Molina Young, el septuagenario empresario quien a principios del mes de febrero le propinara un puñetazo en la cara al ex gobernador Carlos Romero Barceló tras una discusión en un restaurante. Luego de un intenso régimen de entrenamiento, Molina Young planea retar a Romero Barceló a una revancha.
Este video del altercado de seguro ha sido visto más veces que el de Noelia, pero, esperamos, con fines sumamente diversos
Don Félix comentó que «al ver el video del incidente lo primero que hice fue llamar a Tito al Supermercado Econo donde trabaja de bagger para que lo viera, y decirle: ‘¿Ves, coño? ¡Así es que se da un uppercut de derecha!’. De más está decir que inmediatamente decidí que este ágil púgil sería mi próximo proyecto boxístico, al cual llevaré de seguro al campeonato, como otrora hiciera con mi hijo». Trinidad Padre reveló que ha estado entrenando al ajado banquero en secreto durante todo el mes de febrero, y que halló en éste «un dedicado luchador, quien entrena día y noche… bueno, hasta que empieza ‘Murder She Wrote’ o ‘Matlock’, que para él eso es sagrado». También dijo orgullosamente que su hijo, Félix «Tito» Trinidad, ha estado ayudándolo en el entrenamiento: «Tito es, o mejor dicho, fue, un gran campeón, y también es un tremendo traedor de agua, amarrador de guantes, y mapeador de lonas: ¡no sé qué nos hubiéramos hecho sin él! Digo», añadió luego de un segundo de reflexión, «asumo que hubiéramos podido hacer todas esas cosas nosotros mismos, pero el punto es que Tito no es completamente inútil».
Tito Trinidad: boxeador; campeón; mapealonas
Molina Young, quien con sus 72 años se conocerá irónicamente como «Joey Young», declaró que el puño que le propinó a Romero Barceló ha sido un arma de doble filo: «por un lado pesa sobre mi persona este ridículo cargo de agresión en las cortes, pero por otro lado ahora gozo de la admiración de muchos puertorriqueños, quienes me aplauden y me porrean cuando llego a los sitios. Incluso he notado que los amigos con los que me reúno a cenar ahora como que me tratan de ‘usted’ y ‘tenga’, y de repente los que llevaban anteojos ahora parece que cambiaron a lentes de contacto. Y lo más importante», intimó, «es que nadie ha vuelto a hablar mal de mi George W. Bush, quien, si fuera católico, deberían canonizarlo». Sobre su nuevo rol de boxeador, Molina Young manifestó que se sintió «honrado» de recibir una invitación de Don Félix Trinidad de entrenarlo, dado que se considera «un fanático arrematao de Tito: ¡ya quisiera yo ser tan diestro como él en romperle los nudillos a sus contrincantes con la cara!» Igualmente admitió estar ansioso porque Don Félix le enseñe todos los trucos que le enseñó a su hijo, «¡aunque creo que ése del recorte con los piquitos no va conmigo, porque se vería bien ridículo en un viejo de mi edad!»
Raymond «Joey Young» Molina, haciendo un puño en preparación para su sesión de entrenamiento del día
Sin embargo, lo que «Joey Young» encontró más excitante de todo es que será nada más y nada menos que Don King, el excéntrico y cabelloso promotor de boxeo, quien tendrá la responsabilidad de buscarle buenos contrincantes y llevarlo al mega-estrellato. En efecto, ya Don King está salivando pensando en la cantidad de carteleras en las cuales podría poner su nuevo púgil: «¡Las posibilidades son ilimitadas! ¿Quién no quiere ver a un viejo de 72 años entrándole a pezcozá’s a alguien?» King (quien es la oveja negra de la familia de Martin Luther King, Jr.) ya está haciéndose una paja mental pensando en posibles contrincantes para «Joey Young», listando a personalidades como Tito Kayak, El Boricuazo, y siguiendo en la línea política, a Jorge De Castro Font, Aníbal Acevedo Vilá y al Dr. Pedro Rosselló. «En fin», concluyó King, «a cualquiera que el Pueblo crea que se merezca un buen amansaguapo de vez en cuando», añadiendo incoherentemente: «¡Viva Perro Ricou!»
Un risueño Don King soñando con posibles carteleras, y exclamando: «Only in Perro Ricou! No, hablando en serio: ¡es que Perro Ricou está cabrón!»
Sin embargo, el sueño mayor del promotor sería que el ex gobernador Carlos Romero Barceló acepte la invitación a la revancha que le harán: «A pesar de que billones de puertorriqueños ya han visto el video del puñetazo que le dieron a Romero Barceló», comentó el hiperbólico King, «todo el mundo preferiría mil veces verlo en vivo y a todo color. Es por eso que hemos reservado el Restaurante Pelayo, el local donde ocurrió el incidente, para llevar a cabo la histórica conferencia de prensa en donde anunciaremos oficial y públicamente nuestro deseo de retar al ex Gobernador a una revancha. Romero Barceló hizo muchos aspavientos de que le pegaron a traición porque llevaba espejuelos, así que para esta pelea puede ponerse gafas protectoras o lo que le dé la gana… ¡y quizás esta vez, con menos alcohol en la sangre, sí pueda estar en condición para intentar al menos de responder con un puño propio! Será la pelea del siglo: ¡digo, si no se nos muere uno de los dos viejos de un bioco!»
El ex gobernador Carlos Romero Barceló, quien asumimos luce esa horrorosa camisa porque su visión ha quedado afectada por el puñetazo que le metieron
Romero Barceló, quien estaba convalesciendo en un hospital en Texas tras el procedimiento quirúrgico al cual se tuvo que someter para extraer pedazos de vidrio de su ojo, no sonó muy entusiasmado con la idea de volverse a enfrentar con el geronte de origen cubano: «Yo ya he sometido la querella en contra de ese cubanito parcelero en las cortes, y no pienso estar resolviendo el asunto como un arrabalero peleándome por las calles». Romero Barceló, quien es conocido afectuosamente por el personal del hospital como «One-Eyed Horsey«, intimó que incluso escuchó rumores que la razón por la cual Fidel Castro, hasta hace poco el Presidente de Cuba, decidió renunciar a su cargo, fue que Molina Young se infiltró en el Palacio Presidencial y le dio «de arroz y de masa» al mandatario: «¡Yo no me quiero meter con alguien que logró amedrentar a Fidel Castro después de que los Estados Unidos no pudieron durante casi cinco décadas, n’hombe no!» Al preguntarle al ex Gobernador por qué ahora dejaba que la cobardía lo cohibiera de arreglar el asunto en el cuadrilátero, cuando en declaraciones anteriores se mostró tan bélico y bravucón, éste replicó altanero: «¿Cagaera? ¿Qué cagaera?»