San Juan, Puerto Rico – Con ceño fruncido y un rostro totalmente desencajado por su indignación con el veredicto (o simplemente porque goza de un nivel de feostiocidad impresionante), la Jefa Interina de Fiscalía Federal para el Distrito de Puerto Rico, Rosa Emilia Rodríguez, aceptó ayer que el estrepitoso fracaso en el juicio contra el ex gobernador Aníbal Acevedo Vilá se debió a que, en lugar de seguir al pie de la letra los protocolos federales de enjuiciamiento y utilizar chicle de las más alta calidad para pegar su caso, utilizaron un chicle usado que encontraron pegado bajo el escritorio de la fiscal a cargo del caso, María Domínguez.
La Fiscal Rosa Emilia Rodríguez explica el alcance del error cometido por los fiscales: «El problema fue que no masticaron suficiente chicle. Tenían que mascar y mascar hasta que la boca se les torciera como a mí»
«¡Es inaudita esta falta de ética y profesionalismo de nuestros fiscales! ¿Cómo se les ocurre usar un chicle usado en un caso como éste, en el que al menos la mitad de los cargos requerían Bubblicious con sabor a Strawberry?», se preguntó la experimentada fiscal, quien añadió que «nuestro Código Federal de Fabricaciones Criminales dice claramente que para procesar a alguien por conspiración, NUNCA se puede usar PAL, Bazooka o el chicle gratis ese que regalan con las tarjetas de peloteros». Al preguntarle las razones para estas restricciones, Rodríguez explicó que «esos [tipos de chicle] se usan en situaciones en las que la evidencia sea robusta y vayamos a la segura. O sea, cuando vayamos a interrogar testigos que declararán exactamente lo contrario a lo que creíamos, o cuando nuestro testigo estrella sea un delincuente confeso a quien ni su madre le creería la hora del día. Tú sabes, cuando no haga falta ser demasiado coherente».
Tomás Green, abogado de Acevedo Vilá, explica a los miembros del jurado los defectos de la prueba: «Señores del jurado, la evidencia de Fiscalía está por el piso. ¡Tengan cuidado de no pisarla!»
Rodríguez reveló además que su cuerpo de fiscales pasó por alto importantes disposiciones procesales, lo que evitó que el jurado pudiese entender la totalidad de la evidencia contra el ex Primer Mandatario: «Luego de inspeccionar detenidamente la sala en que deliberaron, nuestros expertos no encontraron trazos significativos de vodka en la cafetera del jurado. ¡Con razón no pudieron entender la evidencia, si los fiscales no proveyeron suficientes cantidades de alcohol como para que pudieran, um, inferir que una persona normal cometería fraude contra el IRS para ahorrarse $193!», explicó Rodríguez. «O sea, yo lo haría», aseguró Rodríguez mientras arqueaba sus inexpugnables cejas. «Además, no es como que no contaban con experiencia en esto. ¿O acaso se les olvidó que al Gran Jurado casi tuvimos que meterle whisky por [inyección] intravenosa para que emitiera las acusaciones en primer lugar?», preguntó retóricamente la fiscal.
Un miembro del Gran Jurado examina detenidamente una pieza de evidencia en contra del entonces Gobernador, Aníbal Acevedo Vilá: «Vaya, ahora shi que she joddió el calvito eshte. ¡Crushifíquenlo! ¡Hic!»
Por su parte, la fiscal María Domínguez aceptó que su manejo del caso no fue del todo pegajoso, pero se reafirmó en que contaban con evidencia suficiente como para conseguir una condena: «¡Claro que teníamos suficiente evidencia! ¡Y robusta y convincente que era! ¿Acaso tú no sabes que Fiscalía Federal tiene un conviction rate de 90%, y que el IRS se encargó de meter preso a Al Capone?», expresó Domínguez, sin aclarar exactamente la relevancia de estos datos. Domínguez aseguró no explicarse el veredicto exculpatorio, especialmente luego de que todos los modernos modelos investigativos utilizados para analizar el caso demostraran la culpabilidad del ex Gobernador: «De las cien veces que jugamos Clue, al menos noventa veces salió culpable Aníbal, con el Candelabro, en la Biblioteca. No sabemos qué pasó con el jurado», aseguró una enfática Domínguez, demostrando una vez más la reconocida imparcialidad que le ha ganado la confianza unánime de la ciudadanía puertorriqueña.
La Fiscal Domínguez muestra la robusta y convincente evidencia en contra de Acevedo Vilá: «Como pueden ver, ya ni nos podíamos sentar de tanto chicle que usamos. Desafortunadamente, no usamos Bubblicious…»
A preguntas de El Ñame sobre qué cosas harían diferentemente si tuviesen la oportunidad, tanto Domínguez como Rodríguez dijeron que realizarían ajustes menores en el manejo del caso: «Tal vez deberíamos averiguar qué significa eso de ‘más allá de duda razonable‘, porque mira que mencionaron la frasecita esa un montón de veces durante el juicio», dijo Domínguez, quien añadió a renglón seguido: «aunque no creo que sea tan importante. Yo llevo aquí como quince años y nunca había escuchado eso antes». Por su parte, Rodríguez declaró que «en retrospectiva, tal vez no fue una buena idea cortar mi clase de Derecho Penal tantas veces. Quizás me hubiese servido de algo lo que sea que enseñaban en esa clase». «Y claro está, la próxima vez me aseguraría de que, antes de meter la pata tan apoteósicamente, ya me hayan dado la permanencia en el puesto», añadió la Jefa interina con mirada preocupada.