El duende solitario (anteriormente mencionado en las augustas páginas de este diario en el 2007) es quien, según la letra de «Mi pequeño amor«, ha «ocupado los espacios» de los cantantes, algo que él niega rotundamente: «¡Jamás! Yo nunca le ocuparía los espacios a nadie, mucho menos como está ese virus allá afuera haciendo escante e infectando a medio mundo. ¿Pa’ qué voy a pegármele yo a alguien? ¡Fo, zape!».
«Pérate, ¿en serio a mí me habían mencionado antes en este periódico?», interrumpió el gnomo huraño. Luego de notar el enlace al artículo del 2007 que figura en esta entrada y leerlo, este continuó: «Ja, ja, está bueno, está bueno. ¡A la verdad que El N̂ame era mejor antes! Pero nada, ¿cómo es posible que yo, una referencia así de irrelevante sacada de una canción de hace más de tres décadas, haga figurado en dos artículos de esta trapo ‘e publicación? ¿Alguien me explica por qué?».
Al indicarle a la ermitaña criatura que aquí las preguntas las hago YO, el duende replicó: «‘Tá bien, ‘tá bien, no te me piques. Ya veo que eres un ‘mega-fan‘ de ‘Mi pequeño amor’: allá tú. Pues nada, volviendo al tema: si muchos puertorriqueños pudieran ser un poquito más ‘solitarios’ hoy día, sobre todo durante esta época navideña, quizás el COVID-19 no estuviera por ahí suelto como gabete. ¡Recójanseme, mi gente!».