«¿¡Que QUÉ!? ¿¡Que voté por QUIÉN cuando rajé la papeleta por la Palma!?», preguntó con cara llena de asombro Maritza Parés, acérrima seguidora del Partido Nuevo Progresista. «¿Quién CARAJO es ‘Ricky’ Rosselló? ¡Yo pensaba que eso de ‘Ricky’ era el apodo en inglés de ‘Pedro’!». Al informarle que se trata del hijo menor del exgobernador, exsenador y sempiterno Mesías Pedro Rosselló, Parés increpó horrorizada: «¿¡El chamaquito que salía en los anuncios de campaña de Rosselló!? Ay, Bijnen, esas papeletas tienen que hacerlas más claras: la Comisión Estatal de Elecciones tiene que saber que los puertorriqueños votamos ciegamente por cacicazgos y nenes de Papi, y deberían ponerle un asterisco o algo así al lado de los candidatos que suenan simplemente porque el apellido nos está familiar. ¿Qué se supone que haga si no? ¿Estudiar detenidamente las propuestas de cada candidato y así decidir por quién votar? ¡Chacho, si estudiase detenidamente sus propuestas lo que haría sería caer en la depre!».
«¿Cómo va a ser eso de que no voté por Pedro Rosselló?», inquirió ofuscado Natalio Jiménez. «¡Si lo decía clarito en la papeleta: ‘Ricardo Rosse–‘ oh, I see what they did there«. Jiménez quiso saber cómo era posible que bajo la insignia de la Palma hubiera un Rosselló que no fuera «ese macharrán ojoazulado que le dijo ‘Don’t push it!‘ a aquel senador federal que se le puso guapito». «En serio», preguntó, «¿de dónde salió el nene este? Veo aquí en Gúgol que es dizque científico en genética, que de eso yo no sé na’… ¿pero tú me quieres decir a mí que él en su vida no ha dado ni un solo tajo en el ámbito político, y ahora es gobernador? Diantre, ¡la gente decía que Rosselló era un ‘candidato fabricado’, pero este está mandado a hacer! Es casi como si lo hubieran creado en un laborato– oh, I see what they did there«. Sin embargo, al reflexionar por un rato, Jiménez concluyó (en lo que bien pudo haber sido el estribillo de campaña del gobernador electo): «Bueno, que se chave: Si Es Un Rosselló, Tiene Que Ser Bueno®!».