Guaynabo City, Puerto Rico – A raíz del robo a mano armada que ocurriera el viernes pasado de un camión transportando 2,800 cajas de cerveza Budweiser, la Policía de Puerto Rico ha arrestado a la Voz Nacional, Lucecita Benítez, por descubrir que fue ella la responsable de la fechoría. Benítez, famosa tanto por su larga carrera artística como por su afición a la bebida y a conducir con par de palos encima, confesó haber sido la autora intelectual del delito, y de haber sido en efecto una de las asaltantes a mano armada.


El camión de Budweiser que robó Lucecita Benítez, cuyos contenidos ella se hubiese acabado en par de semanas si la hubiesen dejado

El agente Samuel Betancourt del 45th Precint of Guaynabo City declaró que luego de entrevistar a Carlos Sánchez, el empleado de la compañía de transporte que fuera víctima del asalto, tuvieron sospechas de la cantante: «El querellante describió a uno de sus asaltantes como ‘una mujer rubenesca, entrada en carnes y en años, con voz de ensueño y caminar incierto’: sí, nos salió medio poeta el tipo éste. Énigüei, el punto es que, luego de buscar la palabra ‘rubenesca’ en el diccionario, rápido pensamos que podría tratarse de nada más y nada menos que de Lucecita Benítez, porque es gorda, vieja, canta cabrón, y camina to’a turuleca cuando tiene par de palos encima», concluyó el agente con un envidiable talento de resumir los hechos de la manera más pedestre posible.

Carlos Sánchez, luego de haber calmado sus nervios del estrés que sufrió durante el truck-jacking, declaró: «¡Qué miedo pasé cuando me asaltaron! Pero menos mal que los ladrones no querían disparar por miedo de romper alguna caja de cerveza». El chofer contó que al principio pensó que los asaltantes eran un par de tecatos «de ésos que se paran en las luces a tocar palitos y a pedir aguinaldo», quienes se le acercaron y le cantaron a son de trulla: «¡Esto es un asalto!»; sin embargo, al ver que Sánchez no se inmutaba, le gritaron: «¡Que es en serio, mamabicho: esto es un asalto! ¡Pon las manos arriba y sal del camión!» Luego de ponderar un poco, dijo meditabundo: «Ahora que lo pienso, sin embargo, debí haber sabido que no se trataban de criminales violentos, porque su única preocupación parecía ser que dónde iban a encontrar tantas rajas de limón para tanta cerveza». En efecto, la manera en que la Policía verificó sus sospechas de que la persona detrás del robo había sido Lucecita Benítez fue viendo que en su tarjeta de crédito figuraba una compra de más de cien dólares en limones en un supermercado Mr. Special.


El pobre diablo que le tocó comprar limones después de Lucecita Benítez: «¡Diantres, si esa doña compró todos los que estaban verdes, me cagüenná’!»

La Policía encontró a Benítez en el patio de su casa, rodeada de cajas de Budweiser y botellas vacías, cantando canciones navideñas para los tres gatos que la escuchaban (o sea, literalmente tres gatos realengos que andaban por ahí). Al verse capturada por la justicia, Benítez se dejó arrestar tranquilamente, diciendo: «Al menos me pude dar una buena jendía antes de que me atraparan: ¡esta jumeta no me la quita nadie!». La cantante admitió sin ambages su fechoría, aunque lamentó que la hubiesen encontrado tan rápido, porque ella tenía planes de que le duraran las cervezas al menos hasta Año Nuevo, quejándose: «Ahora tendré que conformarme con comprarme dos o tres cajitas de Medalla como cualquier Juan de los Parlotes, en vez de tener un camión repleto de Budweiser».


Lucecita Benítez, canturreando para sus adentros: «Tengo una juma, que nadie me la apea; por más que me esté quieta, todo se me menea…»

Lucecita también declaró que su cómplice en la fechoría fue nada más y nada menos que Jorge Silva Puras, el Secretario de la Gobernación, quien hace poco fuera detenido por guiar con «par de copas» encima. Benítez explicó que necesitaba a Silva Puras para que fuera su «conductor designado», dado que «él guía de lo más bien, aunque tenga media botella de vino encima», como explicó la cantante. «Y si no me creen, pregúntenle al guardia que lo detuvo aquella noche, que lo encontró tan sobrio que ni le radicaron cargos ni nada». A pesar de que en la marquesina de Silva Puras se encontró en efecto la mitad del cargamento robado, la Policía no le imputó cargo alguno, diciendo que seguramente se trataba de su abastecimiento de cerveza para las venideras fiestas navideñas.


El Secretario de la Gobernación, Jorge Silva Puras, asegurando que esas 1,400 cajas de Budweiser en su marquesina son «para el parrandón que voy a tirar la semana que viene»

Por El Rata