«Qué bad trip«, se lamentó tristemente el Ungido. «Yo tan emocionado por finalmente adentrarme en la vaina esta de Facebook y estar en contacto directo con mis hijos, y ahora me entero que nadie me quiere aceptar el ‘friend request‘. Siempre veía que la gente me mencionaba en sus mensajes de estado de Facebook, rezándome o pidiéndome que protegiera a algo o a alguien: ¡pensé que estarían locos porque me uniera a la comunidad cibernética y me hiciera amigo de ellos! Sin embargo pocos me aceptaron, y hasta me rechazaron las invitaciones a que les hice para que se unieran a FarmVille», sollozó Jesús, sin saber que en realidad todo el mundo odia las malditas invitaciones a FarmVille.
«Yo quiero mucho a Jesús, como me he llenado la boca diciendo a cada rato en mi wall de Facebook», explicó un usuario de la red social que rechazó la petición de amistad de Jesús, hablando bajo condición de anonimato para evitar que lo envíen «de cabeza al Infierno» o peor aún, que le abran un perfil en «Hellbook». «Sin embargo, una cosa es adorarlo y otra cosa es que sea tu amigo en Facebook y que pueda leer todos tus updates, ver todos tus comentarios, y chequear todas tus fotos. ¡Figúrate, esto es peor que cuando viene tu jefe, abre una cuenta y pide ser tu amigo!».
Otro usuario, quien sí aceptó a Jesús como su amigo, advirtió sin embargo que lo puso en su lista de «limited profile» para restringir el tipo de información de su perfil que su Salvador podía accesar. «No me molesta que Cristo vea la información que puse sobre mí en mi perfil público», aclaró, «porque está repleta de menciones religiosas y citas bíblicas… ¡pero no quiero que vea las fotos que he subido, o peor aún, las que mis amigos han ‘tagueado’ con mi nombre! Es más, ¡hay un álbum en el cual posiblemente exista evidencia fotográfica de mí violando cada uno de los Diez Mandamientos!».
Sopesando sus opciones, Jesucristo explicó que podría simplemente renunciar a incursionar en las redes sociales: «O sea, podría tratar de abrir una cuenta en Tagged o en MySpace, pero ahí aún están sólo los losers que por alguna razón rehusaron moverse a Facebook. ¡Antes muerto (de nuevo) que con una cuenta en MySpace!».