Todo comenzó cuando Soltero, quien se encontraba entrevistando a una portavoz del Comité Pro Niñez Dominico-Haitiana en los predios de El Morro, fuera atacada por hormigas bravas y culminara la entrevista rodando por la grama en un confuso intento de desembarazarse de estas. Sin embargo, el asunto no terminó ahí, porque la periodista ha sido avistada rodando desenfrenadamente por distintos municipios, aparentemente aún acosada por los perniciosos insectos y sin darse cuenta que es más fácil sacudirse las hormigas de encima que ponerse a dar vueltas totonamente.
Un campesino de Barranquitas aseguró haber visto a Soltero «dando la vuelta del carnero como alma que lleva el Diablo» por los montes de su finca. Una ama de casa utuadeña también confirmó que escuchó los alaridos desaforados de la periodista afuera de su casa, y cuando fue a la ventana a ver, divisó a Soltero «rodando colina arriba entregada a la peste, desafiando las leyes de la física y del buen gusto». Algunos incluso perjuran haberla visto por las calles de Bayamón, aunque dichas aseveraciones son sospechosas dado que es imposible que una persona pueda rodar por las carreteras del área metropolitana sin ser arrollada instantáneamente.
Al enterarse de los distintos avistamientos solterísticos alrededor de la Isla, el alcalde de Canóvanas, José «Chemo» Soto, aseguró que «si Susan continúa con esa pendejá’ en la jurisdicción de mi pueblo, ¡se las va a ver con la punta de metal de mis botas de cazador!».