La legislación que aprobó el senado y la cámara –a wipipío y el último día posible, como si fueran estudiantes universitarios– tiene como propósito pagar la deuda entre el gobierno de Puerto Rico y los bonistas de la Corporación del Fondo de Interés Apremiante (Cofina). Dicha ley impondría el IVU por 40 años, lo que demuestra que quizás los soñadores más optimistas en Puerto Rico se encuentran en la legislatura, si sus miembros creen que en ese entonces todavía quedará en la Isla un solo contribuyente incauto a quien sonsacarle chavos para el erario.
«Nuestro país de ninguna manera va en un descenso vertiginoso que se destina al fracaso», aseguró ufano ese optimista empedernido y presidente del senado, Thomas Rivera Schatz. «Es por eso que, de aquí a cuatro largas décadas, todavía quedarán trabajadores en esta Isla a los cuales podremos exprimirles el vivir para pagar las deudas gubernamentales. Hay quienes dicen que de aquí allá todos los boricuas se habrán mudado a Orlando y que la Isla será un desierto postapocalípitico carente de vida como en Mad Max o el Paseo de Diego, ¡pero así solo queden perros realengos en la Isla, a alguien le cobraremos ese dichoso IVU!».
Rivera Schatz añadió: «Les garantizo que en 40 años quedará en Puerto Rico al menos una persona, ¡porque pretendo ser el presidente del senado hasta el fin de los tiempos!».