Juan Zaragoza Gómez, secretario de Hacienda, explicó en una conferencia de prensa pautada a las 11:50 am: «La cadera –perdón, cadena– de Martin’s BBQ le debía más de medio millón de dólares al erario al no haber pollado –perdón, pagado– el Impuesto de Ventas y Uso, mejor conocido por las siglas ‘BBQ’ –¡mala mía!– quise decir ‘IVU’. En vez de llevarnos a su dueño presa –que diga, preso–, le incautamos ambas propiedades para que entienda en pellejo propio –¡ay, Bijnen, ¿qué me pasa a mí hoy?!– mejor dicho, en carne propia, que hay que respetar las leyes impuestarias de Pollo Rico», concluyó tajantemente el funcionario mientras sus tripas señalaban que ya eran las doce del mediodía.
El secretario de Hacienda aclaró que el monto exacto de la deuda de la cadena Martin’s BBQ ascendía a los $254,241, lo que implica sus ganancias fueron muchísimo mayores. «¡Así como lo oyen! Debían doscientos cincuenta y cuatro mil doscientos cuarenta y un estacas en IVU… ¡vendiendo pollo! Eso quiere decir que si estás en el Colegio de Mayagüez rompiéndote el coco y endeudándote estudiando Ingeniería de Computadoras, saldrías mejor estudiando Asadería de Pollos, o Lechón a la Varita 101. Yum… eso me recuerda: si mal no recuerdo hay una lechonera en Guavate que nos debe chavos, y tengo antojo de ir a cobrárselos en forma de pernil asado, morcilla y arroz con gandules. ¡Y quizás en el camino me tope con algún puesto callejero de maví que nos deba par de pesitos!».