«Querido consumidor: por años no hemos mejorado nuestro servicio, porque no hay más na’ y te lo tenías que comer», explicó Pablo Pizarro, representante ficticio de los taxistas. «Ahora que Uber y Lyft vienen a Puerto Rico te recordamos esta verdad innegable: más vale malo conocido que malo por conocer. ¿Por qué arriesgarte? Sí, sí, nos dices que la competencia es buena y que lo que debemos hacer es crear nuestro propio app y mejorar nuestro servicio. ¿Para qué? Mejor es meterte miedo con que Uber y Lyft podrían resultar ser un desastre. No te arriesgues: quédate con lo mismo sin siquiera tratar una nueva alternativa», sugirió desinteresadamente.
Al indicarle a Pizarro que miles de personas han usado Uber y Lyft de lo más bien y que no nos tragamos ese cuento, este suspiró resignado y murmuró algo que sonó a «pues jódanse, a paralizar el país». Al confrontarlo con que acababa de decir, éste exclamó, «¡Nada, que seguiremos educando el país!».