«¿Cómo es posible que el Departamento de Educación preserve mi derecho de vestir a mis hijos como yo decida como madre?», expresó Beatriz Pérez, madre cristiana preocupada por esta ley que para nada cambia que pueda forzar a sus hijos a vestirse como a ella le venga en gana. «Yo le exijo al Departamento de Educación que haga valer mi derecho de criar los hijos e hijas de otra gente como YO diga. Mira, y que permitir que padres apoyen la identidad sexual de sus hijos e hijas. ¡Habrase visto! ¡Eso no concuerda con mi interpretación de este libro que no dice por ningún lado que las nenas deben usar faldas y los nenes pantalones!», gritó, sosteniendo Biblia en mano.
Analistas consultados por este periódico explicaron que esta misma gente que está alterada e histérica podrán continuar discriminando y humillando estudiantes que decidan tomar ventaja de las nuevas reglas con el aval de la gran mayoría de la sociedad puertorriqueña sin ningún problema.