Nigel Oglethorpe, director en jefe de Forbes, explicó que la tradición de su publicación de revelar quiénes son los magnates más opulentos del planeta ya estaba «medio gaseá'». «Sí, es cierto que esta economía ha sido buena para los pudientes y desastrosa para el restante 99% de la gente», admitió Oglethorpe, «pero hace tiempo que no hay nuevos millonarios. Ya cansa la misma lista de viejos podrí’os de chavos año tras año: si hubiéramos mantenido la tradición, este año serían las mismas caras cayéndose en cantos del 2014, pero con más dinero, más arrugas y esposas más jóvenes. Es por eso que para el 2015 decidimos cambiar de dirección y buscar quiénes son las personas más pobres del planeta; sin embargo, para no ser crueles, no nos basamos en cuán miserable es su existencia, sino en cuán pobres se consideran ellos mismos. Nuestra junta editorial se sorprendió grandemente al descubrir que todos los nombres que compilamos provenían de Puerto Rico: ¿esta no era dizque ‘la Isla del Encanto’? Bueno, quizás sí lo era antes de que las últimas administraciones dejaran la Isla en canto'», propuso el editor con una sonrisa, orgulloso de su totón jueguito de palabras.
Oglethorpe explicó que su procedimiento para hallar los más pobres del 2015 tomó en consideración factores tales como el acceso a una educación de calidad; facilidad de encontrar empleo; y percepción personal de pobreza. «Fue especialmente en este último renglón que hallamos miles de candidatos en Puerto Rico», indicó el editor con nombre de explorador británico de los 1800s. «Primero que nada, tomando en cuenta lo de la mala educación y los empleos que no aparecen ni por los centros espiritistas, prácticamente todo el mundo en la Isla ya tenía buenas posibilidades. Pero eso de la impresión personal de que son pobres fue lo que colmó la copa: encontramos miles de personas viviendo en casas de concreto con acceso a agua y luz; comiendo como lechones tres veces al día; y gozando de lujos tales como consolas de videojuegos, antenas de DirecTV y iPhones, que simultáneamente se veían como que estaban en la prángana. Y como el estado mental es lo más que importa, tuvimos que ponernos a decidir entre todos ellos quién era verdaderamente el más menesteroso. En nuestro top five figuraron: Josué «Jochi» Alicea (quien sale a correr su four track todas las tardes mientras asegura no tener en qué caerse muerto); Leticia «Leti» Sánchez (quien se va de gira por la Isla todos los fines de semana para comer en distintos restaurantes a la vez que le dice a sus hijos que en su casa no hay chavos para lujos); y Víctor «Vitín» Ocasio (quien siempre está a la moda luciendo ropa de marca y simultáneamente se la pasa pidiéndole dinero prestado a sus amistades cuando salen a comer porque dice estar en un gas llegando a petróleo). Como ven, la decisión no fue fácil… ¡principalmente por las ganas que teníamos que darle una buena bofetá’ a esta gente y decirles que dejaran de ser tan changos!».
Se espera que la lista publicada por Forbes reivindique a los puertorriqueños que disfrutan de cantarse pobres sin tener que sufrir las vicisitudes de la verdadera penuria. José «Cheíto» Martínez, coronado como El Más Pobre del Mundo, reaccionó desde su cuarto con aire acondicionado y televisor HD de 60 pulgadas: «¡Esto de hacer que la gente me coja pena por estar dizque en la prángana mientras vivo holgadamente es un éxito! ¡Gracias, revista cuyo nombre desconocía hasta hace cinco minutos!».