Durante la conferencia de prensa que convocó para anunciar su candidatura para las primarias republicanas para la presidencia, Donald Trump mencionó, como quien no quiere la cosa, que cuando México «envía» su gente a los Estados Unidos, estos «traen drogas; traen crimen; son violadores. Y algunos, presumo, son gente buena», logrando el récord mundial de ser mandado al carajo por más personas simultáneamente. Estas palabras, por las cuales el ricachón se disculpará cuando Colón baje el dedo, han provocado una reacción fulminante entre varias compañías, tales como Univisión, NBC y Macy’s, quienes terminaron inmediatamente su relación comercial con Trump. A estas se han unido un nutrido número de negocios y personalidades, quienes sin embargo no supieron explicar por qué rayetes no lo habían hecho antes, cuando la conexión «pata/boca» del magnate no es exactamente una novedad.
«Yo no puedo ya seguir viviendo encima de la lisa calva de Donald Trump haciéndolo lucir melenudo», reveló el peluquín del bocón millonario. «Yo tengo primos hispanos –tales como la peluca de Carlos Díaz Olivo y la de Loubriel– y simplemente no puedo tolerar ese tipo de expresiones xenofóbicas para con mis hermanos latinos. Así que si Trump quiere seguir pareciendo como si tuviera una pequeña mofeta anaranjada durmiendo sobre su cabeza, tendrá que buscarse a otra, porque conmigo dio cra». El acongojado tupé no anunció adónde irá a parar ahora, pero aseguró que «siempre habrá algún ricachón o político acompleja’o que prefiera tener un canto de alfombra sobre la chola que dar el más mínimo atisbo de calvicie. Mientras exista la vanidad masculina, estaré más que empleada, ¡así que no me preocupo para nada!».